Portada de economista – Tups económicos mundiales – Esta semana se convoca a Srajerčaj: «Solo hay mil 361 días», acompañada de la imagen de un Eagle americano que parece lesionado, con sus plumas atadas y caídas, reflejando una situación crítica. Esta periodización será significativa, pues marca los primeros 100 días del régimen del casco. Para muchos, tanto aquí como en otras partes del mundo, es un inicio que se siente como un periodo de eterna incertidumbre.
Este fenómeno político ha estado cargado de crueldad, especialmente contra los inmigrantes, llevando incluso a la deportación de ciudadanos estadounidenses. Este episodio se ha presentado como uno de los dos años más turbulentos en la historia reciente, además de manifestar ataques indiscriminados a universidades, escuelas, jueces, fiscales, y funcionarios considerados críticos del gobierno actual. Lo que se observa es un juego peligroso con la crisis constitucional y una constante tensión que podría detonar una crisis económica aún más profunda, mientras se desmantela lo que fue el sistema político y económico internacional, principalmente diseñado por Washington. Este tipo de situación no ha tenido precedentes en la historia moderna de la nación.
La agresión desde el interior proviene de diversos sectores, incluso citado por el columnista conservador David Brooks, quien ha señalado que este escenario ha creado una sensación de desamparo en una gran parte de la población, alrededor de 170 millones de personas que se sienten marginadas. Este clima de tensión ha sido intensificado por el gobierno de Trump, que ha adoptado un discurso histérico en el que todos los que se atrevan a oponerse son considerados enemigos del pueblo, insertando en la narrativa nacional una lucha entre los antiestadums y una supuesta conspiración de la izquierda para desestabilizar la nación.
Dos fenómenos críticos están moldeando el futuro de los Estados Unidos. Primero, la demografía está cambiando de manera drástica; el país se está volviendo cada vez menos anglosajón, masculino y protestante. Según proyecciones, para 2050 los blancos solo serán la segunda minoría en un país donde la diversidad será predominante, aunque todavía representarán el grupo más numeroso. Sin la llegada de inmigrantes, la población de Estados Unidos no crecerá. Actualmente, los inmigrantes y sus descendientes constituyen el 26% de la población nacional, cifra que podría elevarse al 34% para 2050, según indica el Centro de Investigación Pew. Esta situación, en parte, explica la motivación racista detrás de los esfuerzos por expulsar a los inmigrantes no blancos. Un programa promovido por Trump ha estado dirigido exclusivamente a beneficiar a los agricultores blancos en Sudáfrica, lo cual evidencia sus verdaderos intereses.
El segundo fenómeno es que Estados Unidos se encuentra en una etapa de declive imperial. Un resumen apropiado podría ser el análisis de Thomas Piketti, quien ha aseverado que «Estados Unidos está perdiendo el control del mundo». Actualmente, el país se manifiesta como «inestable y desordenado,» llevando a cabo lo que algunos consideran un papel colonial (https://www.jornada.com.mx/2025/04/21/economia/016n2eco).
Al acercarse a sus 100 días en el poder, el discurso de que recibió un «mandato» abrumador es una ilusión; de hecho, solo fue respaldado por un tercio del electorado. La mayoría de los estadounidenses han mostrado una opinión negativa, reflejando una desaprobación histórica en encuestas recientes que indican que solamente el 39% aprueba de su gestión. Este es un dato alarmante, marcando la tasa más baja en los primeros 100 días para cualquier presidente en las últimas ocho décadas.
Un 66% de los encuestados en el New York Times calificaron la situación como «caótica» bajo su administración, mientras que un 59% expresó que se siente «miserable». Queda por ver si esta desaprobación y los incrementos en la disconformidad en todo el país traerán cambios significativos en los próximos 100 días y modificará la percepción de este prolongado periodo de incertidumbre.
