En el contexto de la política actual del Consejo de Ibagué, el Ministro Silvia Ortiz ha solicitado una evaluación exhaustiva sobre la continuidad de Erika Palma en su cargo como Secretario General de la Compañía de Acueductos y Alcantarillado de Ibagué, conocida comúnmente como Ibal. Esta petición surge en medio de un ambiente tenso y crítico, donde los líderes locales han señalado que la gestión de Palma presenta múltiples falencias tanto a nivel administrativo como institucional. Esta situación ha generado un clima de incertidumbre sobre el futuro de la compañía de servicios públicos.
El Ministro Ortiz ha sostenido que, a pesar de que Erika Palma puede tener una formación técnica robusta, su enfoque en los aspectos humanos ha suscitado diversas críticas. En sus declaraciones, expresó que si bien es importante tener un acercamiento humano y desarrollar relaciones con el gobierno y los ciudadanos, esto no debe ser un sustituto de la eficacia en la gestión. La falta de respuesta ante los reclamos públicos, como también el trato despectivo hacia los concejales, fueron puntos destacados por Ortiz, lo que llevó a demandar una serie de cambios en la forma en que se opera la compañía.
Desempeño y Futuro
Ortiz fue contundente al afirmar: «El gerente continuo de Ibal debe evaluar (…) No estamos aquí para engañar a nadie, sino para cumplir con nuestra responsabilidad. No podemos quedarnos en silencio cuando nuestra obligación es buscar respuestas para los ciudadanos». En este sentido, hizo un llamado a actuar con sensibilidad social, mejorar los servicios de comunicación y respetar las normas institucionales que rigen el funcionamiento de cualquier entidad pública. La insistencia del Ministro en estos principios pone de relieve la necesidad de transformar la cultura organizacional de Ibal para poder responder efectivamente a las demandas de la comunidad.
¿Cuál será la decisión final?
Con esta crítica intervención de la Ministro Silvia Ortiz, se incrementa significativamente la presión política sobre la gestión de Erika Palma. Los observadores y analistas políticos ahora esperan con gran expectativa qué tipo de decisiones tomará el gobierno local respecto a la continuidad de Palma en su posición. Este debate también ha puesto de manifiesto una creciente tensión entre el consejo municipal y la empresa de servicios públicos, lo que genera dudas sobre cómo se resolverán las tensiones y cuáles serán las repercusiones para la compañía en el corto plazo. La incertidumbre sigue rodeando el futuro de Ibal, y muchos se preguntan si el cambio es verdaderamente necesario para garantizar un mejor servicio a la comunidad.
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