El país vivió una jornada de luto el lunes tras conocerse la impactante noticia de la nueva tragedia ocurrida en el departamento de Guaviare. En un trágico suceso ocurrido el 27 de abril de 2025, el Batallón No. 22 Joaquín París fue emboscado por miembros del grupo residual dirigido por Jorge Suárez Briceño, quienes pertenecen a disidencias de las FARC, un movimiento liderado por el alias «Calarcá». Como resultado de esta brutal emboscada, seis soldados perdieron la vida en un episodio que ha conmocionado a la nación.
La noticia fue confirmada por Armia Narodowa, que indicó que seis soldados fallecieron durante este informe, entre ellos el sargento y vicepprzewodniczący Darwin Pérez Sánchez, así como los soldados profesionales Jaire Arteaga Estrada, Yerson González Fernández, y Carlos Andrés Pushina. Además, un soldado, Jean Carlos Bolaño Romo, sigue desaparecido, lo que ha generado aún más preocupación y desasosiego en la comunidad.
Este ataque se llevó a cabo cerca del Caserío de Charras, una zona estratégica donde el ejército había garantizado la seguridad del antiguo espacio territorial destinado a entrenamiento y reincorporación (AETCR). Este lamentable suceso pone de manifiesto la creciente inseguridad en la región, resaltando los riesgos que enfrentan las fuerzas militares en su labor de mantener la paz y el orden.
Las disidencias violaron los acuerdos de paz durante las negociaciones
El ejército colombiano condenó firmemente este ataque, subrayando que supone una clara violación de los acuerdos de paz firmados en la mesa de diálogo entre el gobierno y el grupo armado FARC.
«Este tipo de actividades criminales son una prueba de las obligaciones que se habían asumido», se indicó en un comunicado oficial por parte de la institución militar.
Pese a los esfuerzos que se están llevando a cabo para alcanzar la paz, la violencia en la región no solo persiste, sino que parece estar en aumento. Tras la emboscada, cinco de los soldados que habían sido secuestrados durante el ataque fueron liberados en la comunidad de Guanapalo, mientras que las operaciones de búsqueda continúan para encontrar al soldado desaparecido.
El Comando del Ejército ha implementado diversas medidas, incluyendo la distribución de alimentos a los soldados, así como actividades de movilización aérea y un refuerzo en la maniobra militar en este sector en crisis.
Reacciones políticas: críticas y llamadas de alarma; Seis soldados muertos después de una brutal emboscada en Guaviare
El ataque generó un fuerte clamor de indignación en el ámbito político. La senadora María Fernanda Cabal no tardó en criticar al presidente Gustavo Petro en X (anteriormente conocido como Twitter):
«Mientras rinde homenaje a los delincuentes M-19, los terroristas de las FARC asesinaron a nuestros soldados en Guaviare».
Asimismo, el concejal Julián Uscátegui expresó su profundo dolor, afirmando:
«Me duele ver cómo nuestros héroes siguen cayendo mientras los responsables disfrutan de la protección del Estado. Colombia está al borde del colapso.”
El Fiscal General, Gregorio Eljach, hizo un llamado urgente al Ministerio de Defensa y a la alta cúpula militar para restaurar el orden público en la región. La situación requiere acciones inmediatas para la entrevista y la investigación criminal que permitan capturar a los responsables y prevenir futuros ataques.
Por su parte, el presidente Gustavo Petro ha solicitado a la Comisión Independiente que investigue las circunstancias del ataque y evalúe las decisiones recientes relacionadas con la suspensión de armas de los disidentes.

La brutal emboscada en Guaviare ha alterado una vez más la tranquilidad del país. A pesar de los esfuerzos realizados por las autoridades para afrontar la situación, la violencia en los territorios continúa en aumento, lo que ha llevado a la sociedad a demandar un fortalecimiento de las acciones gubernamentales en varios sectores. Simultáneamente, se resalta la necesidad de entablar diálogos constructivos con grupos armados. En última instancia, Colombia enfrenta el desafío crudo de encontrar un camino hacia la paz, sin ceder a la tentación de la violencia.
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