
Entre despilfarros, corrupción y problemas históricos no resueltos, como agua, depósito y tratamiento de basuras, al igual que de excrementos, Santa Marta llega a los 500 años de haber sido invadida y sometida la población indígena. Los antecedentes de este aniversario dibujan al detalle la dirigencia política que nos gobierna.
Una conmemoración extraordinaria
Miguel “El Mono” Martínez nunca imaginó que su vaticinio sobre las lluvias torrenciales que caerían durante las celebraciones de los 499 años de fundación de Santa Marta terminaría siendo tan acertado: raudales de agua se desplomaron sobre la ciudad. Basado en la temporada de intensas lluvias que ya se había anunciado desde el día de la Virgen del Carmen, más el cumpleaños de su madre –“siempre pasado por agua”– y las probabilidades de precipitaciones que había consultado, el concejal dice que pudo preverlo. Pero el “Monostradamus” (como jocosamente lo llaman por lo certeros que suelen ser sus augurios) no alcanzó a vislumbrar que las comparsas que aquella tarde del 28 de julio de 2024 danzarían por la calle 22, bajando hacia la bahía, tendrían que hacerlo chapoteando entre aguas negras que, rebosando a borbollones desde las alcantarillas de esta céntrica avenida, alcanzarían a cubrir hasta las pantorrillas de los bailarines.
Con la mirada grave afirma: “Una cosa es que llueva y se reboce el agua de alcantarilla y otra que tu no pares el desfile, o lo aplaces para otro día o desvíes por otro recorrido y que hayas tenido la osadía de continuar con el desfile […], si ellos no hacían el desfile no podían legalizar el robo, si lo paraban no podían legalizar los recursos que se invirtieron”. Casi un año después de estos penosos acontecimientos, entre los pitos y las fanfarrias de los albores a las efemérides en honor a los 500 años de fundación de la ciudad, la administración distrital sigue atreviéndose a impulsar y priorizar una agenda de celebraciones que requiere movilizar recursos y voluntades políticas mientras los samarios y samarias siguen anegados por problemáticas estructurales “cuyas soluciones” finales requerirán además de las disponibilidades fiscales pactadas y de los planes de ejecución proyectados, que exista una obstinada continuidad en la gestión de las alcaldías que van a sucederse, del manejo pulcro sobre los recursos, contratos y obras, necesarios para materializarlas. Todos estos son menesteres que causan, cuando menos, ansiedad.
Aunque el concejal Martínez tenga algo de razón cuando afirma que “Muchas ciudades han cumplido 500 años, celebrarlos es lo mismo que celebrar 501 años o 499 años […]”, estas celebraciones no son unas simples fiestas. Tres razones permiten así afirmarlo: la primera tiene que ver con el exalcalde de Santa Marta y exgobernador del departamento del Magdalena Carlos Caicedo Omar. En su administración como alcalde de la ciudad, entre el 2012 y 2015, presentó el “Plan Santa Marta 500 años”1. Este plan2 desarrolló un diagnóstico de la situación en la ciudad, estableció los retos y desafíos, erigió los ejes de la actuación y propuso un curso que contempló el desarrollo de largo aliento de 25 proyectos estratégicos que debían cumplirse para que pudiera alcanzarse la visión de futuro de Santa Marta en el año 2025, el actual. Este plan fue construido con recursos del Estado en cumplimiento de la Ley 1617 del 5 de febrero del 2013 que: I. Declaró a Santa Marta como Patrimonio Cultural de la Nación; II. Declaró proyecto estratégico de la Nación la celebración del quinto centenario de la fundación de la ciudad de Santa Marta en el año 2025, III. Ordenó al gobierno nacional concertar con las autoridades locales la adopción por decreto del Plan Maestro Quinto Centenario y garantizar los recursos para su ejecución.
Carlos Caicedo y sectores del poder político tradicional en la ciudad tuvieron claro desde el 2013 que para las celebraciones del quinto centenario se perfilaban acontecimientos importantes que podrían garantizar la participación del Estado, pues se trataba de un proyecto estratégico de la Nación, además significaba la afluencia de un insumo anhelado y disputado por todos los actores políticos de la ciudad: dinero para el financiamiento. Miguel Martínez tiene una visión particular sobre este plan: “Tengo la percepción de que ese tema de los 500 años fue un discurso que vendió Caicedo para generar una percepción futura de bienestar y que la gente no se diera cuenta que estábamos en la quiebra. Como decirle vienen unos billones, unos recursos que nunca llegaron, que iban a llegar para transformar la ciudad en los 500 años. Percibí que era un engaño populista”.
La segunda razón es el hecho que las celebraciones se inscriben en un marco normativo específico creado por la Ley 2058 del 21 de octubre 20203. Esta ley: I. Declaró el asocio de la Nación a la celebración del quinto centenario de la fundación de la ciudad, II. Declara a la ciudad como patrimonio cultural de la Nación, III. Autorizó al Gobierno a celebrar los contratos y convenios interadministrativos necesarios entre la Nación, la Gobernación del Magdalena y la Alcaldía de Santa Marta; IV. Autorizó al Gobierno a incorporar dentro del presupuesto general de la Nación las partidas necesarias para ejecutar proyectos de carácter social, agroindustrial, cultural, ambiental y de infraestructura en el Distrito Turístico, Cultural e Histórico de Santa Marta que permitan cumplir con el objetivo de esta Ley; V. Creó la Comisión Preparatoria como instancia máxima de articulación Nación-Territorio con competencias para preparar, diseñar, coordinar, gestionar y estructurar los planes, proyectos y eventos a realizar con motivo de esta celebración.
La tercera razón vincula las disposiciones de la Comisión Preparatoria del Quinto Centenario presentadas en rueda de prensa el día 6 de junio en Santa Marta. En este evento público liderado por la ministra de cultura Yannai Kadamani, se presentaron algunos de los resultados del trabajo adelantado por la comisión encargada de ello. Además, fue publicada la agenda de las actividades de conmemoración del denominado “Festival de las Culturas, las Artes y los Saberes por la Vida y la Paz” que se llevará a cabo entre los días 28 al 30 de julio en la ciudad. Este festival contempla más de 120 actividades artísticas, culturales y académicas. El proceso no acaba acá, pues estas celebraciones son apenas el abrebocas a un proceso de transformación en la ciudad de Santa Marta que, a través de la articulación entre autoridades locales y nacionales busca entre otras metas: I. La solución integral del agua potable y saneamiento básico de la ciudad, II. La recuperación de espacios emblemáticos como el Morro, el Fuerte de San Fernando y Playa Lipe, III. La ampliación del aeropuerto y desarrollo de embarcaderos turísticos. IV. La Construcción del Plan maestro de acueducto y alcantarillado.
La situación de los servicios básicos
Incluso una somera revisión de los 25 proyectos estratégicos que debían desarrollarse desde el 2013 para materializar la visión futura de Santa Marta en 2025, contemplada en el Plan Maestro 500 años, bastaría para vislumbrar que los resultados de varios fueron bastante magros4. Esta situación, que en nuestra Colombia puede considerarse baladí, desde la comprensión de las características de nuestra “cultura” de políticas públicas para el desarrollo territorial, acá encuentra su peculiaridad en el hecho que desde la formulación del Plan Santa Marta 500 años hasta el año 20245 (11 años), se sucedieron tres alcaldías (Carlos Caicedo, Rafael Martínez –actual gobernador del Magdalena y en proceso de destitución–, Virna Johnson) adscritas el extinto Movimiento Político de Fuerza Ciudadana6, bajo el liderazgo indiscutible de Carlos Caicedo Omar, quien además también fue gobernador del Magdalena entre los años 2020 y 2024.
Podemos remitirnos a tres problemáticas álgidas que sufren los samarios y samarias para tratar de dilucidar lo avanzado en sus resoluciones. La primera de ellas lo constituye el déficit en el suministro de agua en la capital del Magdalena. Se calcula que en la actualidad este déficit es de al menos 1.000 litros por segundo7. Esto en Santa Marta sigue significando que el agua no llegue directamente a los hogares desde la conexión de cada casa. Varias generaciones de samarios crecimos pensando que la alberca subterránea en la terraza de la casa, el tanque elevado en el patio y la motobomba para “subir” el agua era algo normal, incluso preguntábamos por todo esto cuando visitábamos otras ciudades, mostrándonos perplejos cuando descubríamos que allí no era necesario.
Esta fue la solución que encontraron unas y otros, hace más de 40 años cuando el agua repentinamente se fue para nunca más volver. Hoy la que llega a las casas a través de tuberías hechas en un 42 por ciento de asbesto y cemento, entre cuya maraña se pierde un 68 por ciento de lo que se bombea8, entregan un líquido turbio, impotable, con el que se puede bañar, lavar la ropa y platos, hacerse aseo, pero nunca beberse. Esta situación ha llevado a la proliferación en embotelladoras y “embolsadoras” de agua que en Santa Marta hacen su “agosto”, con un mercado de casi 600.000 personas, en una ciudad en constante expansión, quienes beben y cocinan con estas aguas tratadas, mientras deben seguir pagando a la hoy intervenida Essmar E.S.P. por el agua que “llega” a través de la tubería.
La segunda situación la ilustró Miguel Martínez: “[…] el tema del alcantarillado. Es un tema sensible, pues el mismo nombre lo dice todo, saneamiento básico, sino está saneado lo básico, que es el alcantarillado ¿qué se deja para lo otro que es menos importante? En una ciudad donde las alcantarillas se rebozan, podemos inferir que las cosas no funcionan bien. Si no dan para solucionar lo básico, mucho menos las otras cosas más complejas”. Es habitual que al llover se rebocen las alcantarillas de la ciudad y ahora también lo es que en los días soleados (la mayoría del año) en el Centro y en barrios como Pescadito, los Cocos y Bellavista, contiguos al mar, padezcan este mal. Los problemas del alcantarillado iniciaron a finales de los noventa y han empeorado por la ausencia de mantenimiento, escasa renovación de la red, por la nula planificación frente al crecimiento de la ciudad9, y por la ausencia de un acueducto pluvial capaz de conducir el agua de las lluvias hacía el mar.
Una de las situaciones más indignantes en torno a este problema ocurre a 420 metros de distancia de la Bahía de Santa Marta, y 56 metros de profundidad, en el lecho marino. Allí, a través del Emisario Submarino, son descargadas a una tasa de 1.100 litros por segundo, apenas con un proceso primario de remoción de contaminantes sólidos10, gran parte de las aguas negras de la “bahía más bella de América”. El bombeo se realiza desde la Planta Ebar Norte, contigua al puerto, cuya infraestructura obsoleta y la rotura de parte de su tubería obligó a la administración distrital a declarar la emergencia sanitaria y ambiental en la ciudad11 en febrero de 2024 cuando El Centro, Pescaito y el barrio Bellavista, se anegaron de aguas servidas. A estos vertimientos de aguas residuales se agregan las descargas difusas (tampoco tratadas) de Taganga, El Rodadero Sur (zona en pleno crecimiento urbano) y las propias de los Ríos Gaira y Manzanares, cuerpos de agua que tristemente funcionan como “alcantarillas” naturales12. Indolente manejo ambiental del mar que rodea la ciudad.
La tercera situación la constituye el manejo de los residuos sólidos, cuyas deficiencias se traducen en la presencia de grandes acumulaciones de basura en calles principales y parques, donde son dispuestos cuando no es recogida en los barrios13. Atesa, la empresa encargada de este servicio, ha justificado esta problemática apelando a la sobreocupación turística y al mal manejo de la ciudadanía, omitiendo factores como el número de camiones recolectores, trabajadores y frecuencia del servicio que puede ofrecer. Esta situación es más visible que los anteriores problemas, y no conoce de pudor, pues incluso en lugares turísticos como El Centro se generan con frecuencia inmensas acumulaciones de basura, ante la mirada impávida de extranjeros y locales que contienen el aire tratando de evadirlas lo más rápido posible.
Todas estas (tres) situaciones fueron contempladas en el Plan Santa Marta 500 años formulado hace 12 años, dos de ellas (agua y alcantarillado) están siendo contempladas en la actual agenda de celebraciones, conmemoraciones y transformaciones propuesta por la Comisión Preparatoria del Quinto Centenario. El alcalde Carlos Pinedo lucía sonriente el jueves 22 de mayo cuando firmó (en nombre del Distrito) el convenio interadministrativo entre El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y el Departamento Nacional de Planeación (DNP). Este convenio tiene como propósito “[…] actualizar los estudios de factibilidad para la estructuración técnica, legal y financiera de un proyecto de Asociación Público Privado, que contemple el diseño, construcción, operación y mantenimiento de los sistemas de acueducto y alcantarillado del distrito”14. “Sin embargo, anuncios similares se han hecho en el pasado. El exministro de Vivienda Henao Cardona hizo un anuncio el 15 de diciembre de 2014; el exvicepresidente Vargas Lleras el 16 de julio de 2015; el expresidente Santos Calderón el 16 de febrero de 2016; y la exministra de Vivienda Velazco Campuzano el 2 de febrero de 2024, quien afirmó que en 50 días los samarios tendrían un Plan Maestro de Acueducto”15.
¿Por qué en esta oportunidad debería considerarse, entonces, como una posibilidad real? Es la pregunta que al menos un samario escéptico se permite formular.
La disputa por la narrativa de la historia
Otro de los aspectos extraordinarios de esta agenda de celebraciones y transformaciones, tuvo poco que ver con las disputas de poder para lograr la participación e injerencia en la administración del “billonario” fondo del Quinto Centenario con el que más de un contratista, concejal, alcalde o gobernador vienen soñando durante poco más de una década. Esta confrontación se presentó en el terreno de lo histórico y de lo simbólico, cuando se intentó contar la historia de la ciudad apelando a la hermandad fundacional, al profundo entendimiento y respeto entre españoles e indígenas.
Una versión bastante cercana a la oficial distrital fue escrita “by” Carlos Vives y publicada en septiembre del 202416 en El Tiempo. En esta versión el mundialmente reconocido cantante (por fortuna no como historiador), se permitió promulgar una versión con la que deliberadamente se oponía a la narrativa “impuesta”: “[…] para explicar el encuentro entre España y el mundo nativo americano, principalmente como un violento proceso de usurpación y saqueo, Santa Marta nació antes como un sueño de convivencia. Y eso es importante para que los colombianos entendamos quiénes somos”.
Vives relata que a su primera llegada en 1502 Rodrigo de Bastidas desembarcó en la bahía rodeado por cientos de canoas que acompañaban los Caciques de Bonda, Gaira y Taganga. Le dieron una gran recepción a la que sucedieron “intercambios comerciales”. En su segunda llegada, el 28 de mayo de 1525, Rodrigo de Bastidas recibió una recepción apoteósica con muchas más canoas, cientos de regalos, ofrendados por sus antiguos amigos. Fue el cacique de Bonda quien le ofreció a Bastidas fundar la ciudad, los indios iban a visitar el campamento español con la mayor confianza y Bastidas hasta tuvo problemas con sus paisanos por castigar con severidad los abusos que pudieron cometer contra ellos, qué más bien fueron pocos. No existieron violaciones, muertes: más bien pocas, tampoco hay vestigios de despojos o esclavitud en esta historia.
Una verdadera colisión política se dio en ese mismo mes de septiembre del año anterior, cuando el entonces ministro de Cultura Juan David Correa dijo en una reunión con los artistas locales en Santa Marta que: “Para nosotros, lo que va a ocurrir no es una celebración. Para nosotros, por Santa Marta no entró la civilización, ni la religión fue un bien para el país, ni el idioma castellano fue un bien para el país. Hubo un enfrentamiento y una colonización, y eso nos hace pensar en las personas que estaban en el territorio antes de que esas otras llegaran”.
Esto provocó una airada respuesta del alcalde y de la Academia de Historia del Magdalena, instancia que puso de presente que celebraría la hispanidad “[…] y seguirá destacando de la ciudad, su historia, su papel importante como puerto principal para la exploración y conquista de los territorios internos. Y lo que históricamente representó para el reino de España: *La primera ciudad oficialmente fundada mediante una Capitulación en América del Sur, *La primera ciudad existente en el Reino de Granada, *La primera ciudad-puerto del Litoral de Tierra Firme del Reino de Granada, *La primera plaza de armas para la conquista de Tierra Firme, *Cabeza de puente para la conquista de los territorios internos”17. Todas “nobles” y “valerosas”, razones por las cuales debemos sentirnos orgullosos de nuestra sangre hispana, a las que se agrega la grandiosa merced también propugnada por esta misma academia de que, a pesar del pasado “[…] los indígenas defendieron a la Monarquía durante el proceso independentista y la Corona Española otorgó la condecoración Militar la “Gran Cruz de Real y Americana Orden de Isabel la Católica” a Antonio Núñez, Cacique de Mamatoco”. ¿Cómo no podríamos sentirnos honrados, incluso hoy, por esta condecoración?
Esta es otra versión de la historia, pero no la única ni la más ajustada a la realidad18. Sin embargo, la riqueza de esta disputa se encuentra en que mostró las brechas existentes en la interpretación de la historia y en la construcción de identidades, ambos factores determinantes en la forma en que es concebida la realidad y se actúa para mejorarla. En esta, nuestra antigua ciudad de tradición realista, cuyo actual mandatario gastó 973 millones de pesos en hacer una recepción no oficial a la Princesa Leonor de Borbón, quien visitó la ciudad a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano19 y que quizás, por designios de la providencia, tuvo que observar como muchos de sus compañeros tenían que saltar sobre las aguas de mierda en los alrededores de la bahía, realidad que nos enseña que para todos los propósitos los problemas de Santa Marta deben ser solucionados
Hablo de problemas en clave de fundacionales, porque en la construcción de cualquier asentamiento humano hay tres problemas básicos por resolver: dónde y cuál agua se bebe, dónde se caga y dónde se depositan los residuos que generamos al vivir. Ojalá esta sea la oportunidad en la que puedan ser planteadas y resueltas estas tareas inconclusas en el devenir histórico de la ciudad, o que después de 525 años este pueblo pueda despertar de su mansedumbre y luchar indiscutiblemente por modificar positivamente su destino.
1 Plan Maestro 500 años: https://www.santamarta.gov.co/plan-santa-marta-500
2 Este plan tuvo como antecedente normativo a la Ley De Distritos Especiales 1617 del 5 de febrero de 2013.
3 Ley 2058 de 2020: https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=159388
4 Esta apreciación se basa en la revisión de los diez primeros proyectos estratégicos proyectados desde el 2013. El desarrollo de varios de estos fue de nuevo prometido en la rueda de prensa de la Comisión Preparatoria del Quinto Centenario, 12 años después. En su orden son: 1. Solucionar el abastecimiento de agua (aumentar y diversificar captación, ampliar capacidad de tratamiento, construcción de plantas de desalinización), 2. Mejorar las red de acueducto, 3. Devolver a su estado natural los cauces y márgenes de los ríos (foco en Río Manzanares), 4. Impedir la ocupación de las zonas de riesgo o inundables, 5. Mejoras sustanciales al sistema de gestión de residuos domiciliarios, 6. Recuperación de la playa de bahía de Santa Marta; La actuación integral sobre el Cerro Ziruma y su entorno (playas Inca Inca, Blanca, Lipe, cerro Burucuca y el fuerte militar histórico de San Fernando) para su integración al sistema de espacios públicos y playas de la ciudad, 7. Ampliación y modernización del Aeropuerto de la ciudad, 8. Desarrollo de un área de negocios logísticos, de servicios y negocios empresariales en torno al aeropuerto, 9. Habilitación de un muelle para cruceros en el puerto.
5 Una cuarta alcaldía de la misma vertiente política de Carlos Caicedo estuvo a punto de sucederse con Jorge Agudelo como alcalde. La tutela que había autorizado su inscripción extra temporánea como candidato a la alcaldía en las elecciones 2024, fue declarada improcedente y con ello su elección: https://www.infobae.com/colombia/2023/11/23/santa-marta-tendria-nuevo-alcalde-tribunal-superior-tumbo-la-tutela-que-habia-permitido-la-inscripcion-de-jorge-agudelo/
6 El movimiento político Fuerza Ciudadana perdió su personería jurídica por decisión del Consejo de Estado en sentencia proferida el 7 de noviembre del 2024: https://www.infobae.com/colombia/2025/02/14/consejo-de-estado-confirmo-la-perdida-de-personeria-juridica-del-partido-fuerza-ciudadana-liderado-por-carlos-caicedo/
7 En Unimagdalena se analizaron alternativas para solucionar la escasez de agua en Santa Marta: https://unimagdalena.edu.co/presentacionPublicacion/VerNoticia/190921
8 Presentación Agua 500 años. Alcaldía de Santa Marta: https://www.superservicios.gov.co/sites/default/files/inline-files/Presentacion-Alcaldia-de-Santa-Marta-Agua-500-anos.pdf
9 “Aguas residuales en las calles de Santa Marta: una crisis que parece no tener fin”: https://www.elespectador.com/colombia/mas-regiones/aguas-residuales-en-las-calles-de-santa-marta-una-crisis-que-parece-no-tener-fin/
10 “Santa Marta no tiene planta de tratamiento de aguas residuales”: “Mono” Martínez. https://www.elinformador.com.co/index.php/distrito/313855-santa-marta-no-tiene-planta-de-tratamiento-para-aguas-residuales-mono-martinez
11 Decreto 253 de 2024. Alcaldía de Santa Marta: https://www.santamarta.gov.co/sites/default/files/decreto_no._253.pdf#:~:text=Con%20una%20capacidad%20de%20bombeo%20de%20aproximadamente,al%20Emisario%20Submarino%20para%20su%20disposici%C3%B3n%20final.&text=Dado%20en%20el%20Distrito%20Tur%C3%ADstico%2C%20Cultural%20e,d%C3%ADas%20del%20mes%20de%20febrero%20de%202024.
12 Determinación del T90 en la bahía de santa marta (col.): https://revistas.unal.edu.co/index.php/dyna/article/view/25775/39409#:~:text=El%20emisario%20que%20hoy%20funciona,sin%20ning%C3%BAn%20tipo%20de%20pretratamiento.
13 Crisis de basura en Santa Marta: ¿qué está pasando con el servicio de recolección de residuos?: https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/crisis-de-basura-en-santa-marta-que-esta-pasando-con-el-servicio-de-recoleccion-de-residuos-3415800
15 “Santa Marta se prepara para una nueva privatización del servicio de acueducto y alcantarillado”: .
16 Carlos Vives: ‘Santa Marta 500 años, el pacto de nuestro origen’: https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/carlos-vives-santa-marta-500-anos-el-pacto-de-nuestro-origen-3379073#:~:text=Fonde%C3%B3%20sus%20carabelas%20por%20primera,Jes%C3%BAs%20y%20hermana%20de%20L%C3%A1zaro.
17 Comunicado a la Opinión Pública de la Academia de Historia del Magdalena: https://x.com/WRadioColombia/status/1831303924734624103/photo/1
18 Me permito sugerir una lectura detenida del texto “A 500 años de la fundación española de Santa Marta: ¿celebrar o conmemorar?” publicado en Razón Pública por la politóloga y escritora samaria Marcela Escandón. En el se encuentra una brillante disertación sobre La Conquista de Santa Marta y otros acontecimientos históricos que alimentaron esta polémica: https://razonpublica.com/500-anos-la-fundacion-espanola-santa-marta-celebrar-conmemorar/
19 Millonario presupuesto para la visita de la princesa Leonor de Borbón desató polémica en Santa Marta: “Muchos barrios no tienen agua ni vías en buen estado”: https://www.infobae.com/colombia/2025/05/20/polemica-en-santa-marta-alcaldia-asigno-millonario-presupuesto-para-visita-de-la-princesa-leonor-de-borbon/
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