En un entorno en el que el cambio es una norma colombiana, y los consumidores requieren una mayor autenticidad, propósito y valor, existe una metodología que no solo interpreta al por menor, sino que también proporciona su futuro. Esta es una fórmula piramidal presentada en el informe «Fórmula piramidal: un nuevo enfoque para los modelos comerciales exitosos del siglo XXI en el comercio minorista»Desarrollado por Maria Callís, experta en el campo de la estrategia y el diseño y director de maestría en el diseño del espacio comercial de la Escuela Superior de Barcelona de Esdesign de la Escuela Superior de Barcelona.
Esta propuesta aumenta la profunda transformación de los modelos de negocio, no considerados como estructuras rígidas, sino como sistemas vivos: flexibles, personas y emocionalmente conectadas.
Contexto colombiano: signos de evolución
La metodología de la llamada tiene un momento clave para las ventas minoristas colombianas, que mostró una adaptabilidad significativa. El año pasado, las ventas minoristas aumentaron en un 5,5% del año, el aumento voluntario en el 16,1% del valor de la canasta, el 10,3% en el monto de la compra y el 21,9% en la compra. Estos datos reflejan no solo la recuperación del poder adquisitivo, sino también la creciente sensibilidad de los consumidores a las marcas con propuestas claras y significativas de valores.
Según la encuesta realizada en la observación, el boleto promedio aumentó en un 5,4 %, lo que significa que las compras generaron una mayor facturación de la transacción. Este aumento se asigna al precio promedio de los productos comprados, que aumentó en un 3,4 %, y un mayor número de artículos comprados por el boleto, con un aumento del 2.5 %.
Además, la composición de los gastos reflejó el cambio en las prioridades del consumidor que asignaron parte de su presupuesto a los artículos necesarios, como alimentos, materiales escolares y pagos de deuda. Esta corrección afectó la distribución de compras en los centros comerciales.
Sin embargo, como señala el informe, «no solo la venta de productos, sino también la comunicación desde el espacio físico es minorista». En la era en la que se entrelazan la cara digital y de la cara, la fórmula piramidal ofrece a las marcas una herramienta para diseñar experiencias coherentes, emocionales y profundamente conectadas con su identidad
Adaptación al consumidor del siglo XXI
El consumidor actual está marcado por la franqueza, la exposición excesiva a los estímulos y la búsqueda constante de nuevas experiencias. Ante este escenario, la fórmula piramidal ofrece herramientas como la marca de la flota, que le permite introducir productos o servicios efímeros sin prejuicios a la consistencia estratégica de la marca o lograr la adaptación a varios contextos que mantienen la identidad de marca reconocible.
Según Call, la clave es equilibrar la estabilidad y las noticias: mantener una identidad sólida, mientras reacciona con agilidad a cambiar las expectativas del cliente. En un mundo que valora tanto temporal como auténtico, esta fórmula permite que las marcas capturen y mantengan la atención sin perder su esencia.
Más que la estructura, la filosofía de la acción
La fórmula piramidal no se basa en bloques estáticos, sino en principios dinámicos: motivación común, coherencia, capacidad de superar, juego justo con talentos, fluidez empírica y estrategia de comunicación. A partir de esta lógica, el modelo abandona las viejas instrucciones para pensar en la autenticidad, el diseño de valores y un objetivo común.
Este enfoque se mejora con herramientas como la estrategia de Escora, una especie de «corrector estratégico» que permite que las marcas reaccionen y reinicie sin perder el centro. También incluye conceptos como Fusion Business, en los que muchas propuestas viven en armonía bajo el mismo paraguas de identidad.
Cuando la marca es una emoción que ha sido diseñada
La propuesta de Callín encuentra un eco en los casos simbólicos de marcas globales que hicieron su adaptación de fuerza: Muji, con su minimalismo consciente; Amazon, con su enfoque obsesivo para el cliente; Y adidas, con su capacidad para reinterpretar la cultura sin perder consecuencias.
Estas marcas entienden que el comercio minorista ya no es solo un canal de ventas: es una plataforma para expresión, enlaces y transformación. Los espacios que excitan, propuestas que escuchan, las empresas que sienten.
Invitación a la reticencia a nuevamente
La fórmula piramidal, más que una metodología cerrada, es una provocación creativa: una invitación para liberar lo que ya se ha establecido con empatía, intuición y estrategia. La metodología es pensar en las empresas cómo se diseñaron las experiencias: con personas en el centro, con preguntas abiertas y el coraje de imaginar un nuevo futuro posible «, resume Callys.
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