El equipo nacional colombiano todavía está buscando un delantero central que sea igual a la herencia de Radamel Falcao, apostando por la creatividad de ayudantes y extremos como motor ofensivo
El equipo nacional liderado por la bruma de Lorenzo no pudo encontrar un «9» puro, que repite la influencia destructiva que Radamel Falcao tuvo en los mejores momentos con la camisa Trikolor, lo que obliga al cuerpo técnico al sistema de rehacer del equipo. Esta falta de un delantero central de élite condujo al tricolor dependiendo de la creatividad y los desequilibrios de jugadores como Luis Díaz, James Rodríguez y Juan Fernando Quintero para generar situaciones de meta.
La estrategia de selección actual se ha adaptado a esta realidad del fútbol, gracias a la cual los ayudantes creativos y extremos en el arma principal del equipo nacional ofensivo. Mientras que Falcao en Times of Glory fue el tirador indiscutible que resolvió partidos con su instinto asesino en el área, Colombia de Lorenzo ha evolucionado hacia un fútbol más colectivo, en el que generar el juego de las partes y la zona media se ha vuelto fundamental para experimentar la ausencia de «9» de la jerarquía mundial, mostrando que el camino es diferente para alcanzar el fútbol.
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