¿Quién conducía realmente? Contradicciones reveladas en el accidente de la Av. Mutis, Bogotá – – Noticias ultima hora

El 31 de octubre de 2025, aproximadamente a las 6:45 horas, se produjo un accidente de tránsito en el cruce de las calles 63 y 98 -en la Avenida José Celestino Mutis, en la localidad de Engativá, al oeste de Bogotá- y la investigación continúa.
El vehículo involucrado en el incidente, un automóvil particular de color blanco, habría atravesado el divisorio vial, chocando con varias motocicletas, un automóvil particular y un autobús del transporte público (SITP).
Las víctimas mortales fueron identificadas como Viviana Marcela Suárez Isaza -contadora- y su pareja sentimental, Carlos Mario Cavadía Sierra -ingeniero-, quienes se dirigían a su trabajo cuando se produjo el impacto.

Versión original: «controlador seleccionado»

A los pocos días del accidente, circuló la versión de que los pasajeros del auto habían contratado a un «conductor elegido» (es decir, alguien que condujera en su lugar) para evitar responsabilidades o consumo de alcohol. Según esta versión, el conductor era una persona de origen extranjero a quien los pasajeros señalaron como conductor.
Dos de los pasajeros, identificados como Edwin Delgado y Camila Bermúdez, afirmaron que eran pasajeros y que el conductor sería Rubén Romero, contratado como «conductor de elección».

Nueva versión: el abogado de las víctimas lo descarta

Sin embargo, la defensa de las víctimas, encabezada por el abogado Juan Manuel Castellanos Ovalle, en representación de las familias de Suárez Isaza y Cavadía Sierra, ha presentado nuevos detalles que contradicen esta versión. Castellanos aseguró que:

  • La fiscalía ya ha establecido la identidad de tres personas que viajaban en el vehículo.
  • No se trataba de contratar a un conductor seleccionado: «No es cierto que contrataran a un conductor seleccionado», explicó el abogado.
  • El vehículo no tenía seguro de responsabilidad, lo que complica el seguro de responsabilidad.
  • El presunto conductor, que según la versión original era extranjero, se encontraba compartiendo con otras personas en el Bar Dejavú desde aproximadamente las 3:00 horas antes del accidente. Sin embargo, la planta aún no ha proporcionado imágenes de sus cámaras internas, que la defensa considera un elemento clave de la investigación.
  • Advirtió que alterar, ocultar o destruir pruebas es un delito grave en Colombia, penado con cuatro a doce años de prisión y fuertes multas.

Estado de la investigación

La investigación de este accidente continúa bajo la supervisión de la Fiscalía General de la República. Las principales tareas pendientes de implementación incluyen:

  • Entrega formal de imágenes de videovigilancia del bar Dejavú para establecer el comportamiento de los vecinos previo al incidente.
  • Verificación del consumo de alcohol u otros efectos sobre el conductor o pasajeros.
  • Explicación de quién conducía en el momento de la colisión y cuántas personas había en el vehículo.
  • Determinar la responsabilidad civil y penal tanto de las personas que se encuentran en el vehículo como del conductor o de terceros relacionados con él (por ejemplo, el propietario del vehículo).
  • Evaluación de posibles sanciones impuestas por las autoridades viales y judiciales a los responsables.

Implicaciones legales y sociales

El hecho generó indignación en la comunidad del occidente de Bogotá, tanto por la muerte de dos personas como por la aparente fuga del conductor. La versión «conductor elegido» planteó dudas sobre posibles factores agravantes como el consumo de alcohol, el exceso de velocidad o la conducción imprudente. Hoy, la defensa de las víctimas rechaza esto, lo que abre una brecha entre las versiones que es necesario limpiar.
Desde el punto de vista jurídico, la identificación completa de los viajeros no excluye la responsabilidad penal si se demuestra que uno de ellos conducía bajo los efectos del alcohol o permitió que un tercero condujera el vehículo sin seguro o sin contrato de servicio. Desde el punto de vista social, el caso volvió a llamar la atención sobre los peligros asociados a la conducción en la vía pública, el consumo de alcohol y la responsabilidad compartida en los accidentes de tráfico.

El contexto de la movilidad en Bogotá

Cada año se producen en Bogotá un número importante de accidentes viales, muchos de ellos ocurren en horas de la madrugada o están relacionados con el uso de sustancias psicoactivas, exceso de velocidad o mala visibilidad. La carretera, construida como avenida principal, también ha reportado problemas de velocidad, tráfico y comportamiento de los conductores.
En este caso, al tratarse de un accidente múltiple (automóvil, motocicleta y sistema de transporte público) ocurrido en horas de mayor movilidad de oeste a este, se generaron impactos adicionales en la movilidad local y en la percepción de inseguridad vial de los usuarios.

Solicitud

Lo que inicialmente se presentó como una versión de «conductor elegido» y de fuga ahora se ve desmentida por la defensa de las víctimas. La demanda debe aclarar quién conducía, en qué circunstancias (incluido el posible consumo de alcohol) y si el club nocturno no presentó pruebas. La búsqueda de justicia para las familias de Viviana Marcela Suárez Isaza y Carlos Mario Cavadía Sierra continúa, y la ciudad espera que este caso siente un precedente en materia de responsabilidad en la vía pública.

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