El trabajo que convertirá se siente el río Bogotá
El lunes 21 de noviembre fue un día significativo, ya que se dio un paso crucial hacia la revitalización del río Bogotá. Gracias a la reciente aprobación de los fondos necesarios, la Empresa de Acuicultura y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) podrá firmar un nuevo contrato que garantice los recursos financieros necesarios para la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales. Este nuevo proyecto tiene como objetivo tratar hasta el 70 % de las aguas residuales generadas por la ciudad de Bogotá y el 100 % de las aguas de Soacha, que actualmente se encuentran sin ningún tipo de tratamiento, lo que representa un gran desafío ambiental.
En manos de la deuda en el río Bogotá
A lo largo de las últimas décadas, el río Bogotá ha sufrido las consecuencias del abandono institucional, la falta de infraestructura adecuada y la sobrecarga con desechos tanto urbanos como industriales. En particular, en la zona baja de Cundinamarca, muchos municipios han tenido que soportar los efectos nocivos en términos ambientales y de salud pública debido a la contaminación del río, convirtiéndose esto en una gran preocupación. Con la entrada en operación de la planta de tratamiento PTAR Canoas, se espera que se inicie un proceso de cambio y se reviertan las consecuencias de años de descuido.
La magnitud de este proyecto es notable, con una inversión estimada de cerca de 12 mil millones de pesos, cuyo horizonte de implementación se extenderá hasta el año 2048. Esta inversión representa el 46 % del total que se destinará a las instalaciones de saneamiento del río, lo cual es un indicativo claro de la importancia que se le asigna a la recuperación ambiental. Más allá de las cifras, este esfuerzo persigue transformar la conexión de Bogotá y Cundinamarca con su entorno hídrico y entre sí, marcando una relación más sostenible.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, destacó la aprobación de recursos al afirmar que este trabajo no solo beneficiará a Bogotá, sino que también involucrará a los municipios aledaños, quienes tendrán un papel activo en la solución de esta problemática. La participación del departamento en la financiación y planificación de la PTAR Canoas señala un cambio significativo en cómo se aborda la gestión del río.
Los impactos positivos de este proyecto van más allá del tratamiento del agua; también traerá consigo beneficios en términos de salud pública y diversidad biológica. Uno de los anhelos de la iniciativa es que el río Bogotá se convierta en un espacio social y cultural donde los ciudadanos puedan navegar y disfrutar del entorno natural, en lugar de evitarlo.
La PTAR Canoas forma parte de un conjunto más amplio de obras en progreso, incluyendo estaciones de elevación y una red de interceptores, que facilitarán lacción del alcantarillado y el tratamiento adecuado de las aguas. La visión integral busca establecer un sistema moderno y efectivo que se encargue del tratamiento del agua antes de su liberación al medio ambiente.
Se anticipa que la puesta en marcha de este proyecto tendrá un impacto positivo considerable, no solo en la calidad del agua del Magdalena, sino también en el bienestar de los ecosistemas locales, la pesca artesanal y el turismo sostenible, al reducir la carga de contaminantes provenientes de diversas áreas.
Lo que alguna vez fue solo una promesa, se está materializando hoy en día a través de acciones concretas. La construcción de la PTAR Canoas no representa únicamente un avance en ingeniería, sino que simboliza un paso hacia la justicia ambiental, en beneficio de millones de personas y en favor de un río que, a pesar del olvido, tiene el potencial de renacer y recuperar su vitalidad.
10