Más de 600 oficiales de policía nacional han completado cursos, los filtros de seguridad han pasado y esperaron la promoción desde el 1 de junio. Sin embargo, los decretos siguen siendo una firma en el escritorio del presidente Gustavo Petro. La falta de respuesta genera una fuerte tensión interna en la institución y entra en control en varias regiones. Oficialidad en crisis: los días están navegando por la historia de 600 policías.
Según fuentes internas, los documentos ya están descansando en la presidencia. Capitanes, personas mayores, tenientes y entidades todavía están en el abismo. Aunque Petro dijo en la instalación del Congreso que su gobierno promovió el mayor número de policías, las promociones permanecen detenidas sin una explicación oficial.
La Dirección Nacional de Inteligencia también navega por archivos
Aunque inicialmente se pensó que la demora estaba en la policía, se consultó a las fuentes que la Dirección Nacional de Inteligencia (Días), dirigida por Jorge Arturo Lemus, también revisa la historia de los oficiales. Algunos consideran que esto es parte de su misionero, pero otros interpretan esto como posible «cuenta de cobro de deudas» entre los ex oficiales que actualmente escuchan puestos estratégicos en los días.
Los bocetos internos de chats y decretos confirman que la lista de espera contiene 180 capitanes más grandes, 140 tenientes y más de 100 cursos. Mientras tanto, la moralidad de los uniformados colapsará, de acuerdo con los testimonios recopilados por los fondos nacionales.
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Soplado económico y consumo institucional sin precedentes
La incertidumbre no solo afecta el clima interno de la policía, sino que también golpea el bolsillo de los uniformados. Muchos esperaban el aumento de los salarios, que viene junto con las deudas de la colina y se contrajeron. «Mi hijo me pregunta cuándo hay una entrada y no sé qué decirle», dijo el más grande conmovido.
Además, la cúpula policial está frente a la crisis de comando. Actualmente, solo hay 18 generales y 138 coroneles activos, los niveles más bajos en 15 años. Desde que Petro llegó al poder, el retiro masivo de los oficiales para «llamar a los servicios» debilitó el liderazgo estratégico de la fuerza de más de 140,000 personas.
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