En la mañana del 9 de mayo, la Plaza de Los Libertadores de Duitama se convirtió en el escenario principal para conmemorar la asunción de Rocío Bernal como la nueva presidenta de los municipios. Este evento, que se presenta como un festival de reservas, contó con la ilustre presencia de destacadas figuras tanto a nivel regional como nacional. Entre los asistentes se encontraban José Luis Bohorquez, gobernador de Boyacá, así como Carlos Amaya, su esposa Daniela Asís, y varios parlamentarios, entre ellos Héctor Chaparro y otros líderes políticos, todos ellos brindando su respaldo a la campaña de Bernal.
Durante su discurso inaugural, el gobernador Amaya reafirmó su compromiso con el desarrollo económico y social de Duitama. Enfatizó que trabajará de la mano con la nueva administración para impulsar proyectos estratégicos que abarques sectores cruciales como la infraestructura, la educación y el bienestar general de la comunidad. Sus palabras fueron un intento por fortalecer la idea de unidad entre los diferentes niveles de gobierno, tratando de ofrecer signos de estabilidad política y un apoyo institucional que no solo apoye la imagen de la nueva administración, sino que assista realmente en la implementación de sus programas.
No obstante, a pesar del amplio apoyo recibido en dicho evento, la verdadera prueba para Bernal apenas comienza. Su llegada al poder ha sido celebrada con entusiasmo por sus seguidores; sin embargo, los ciudadanos de Duitama están observando detenidamente las políticas que la nueva presidenta adoptará. La ciudad se enfrenta a serios problemas como el desempleo, la movilidad y la inseguridad. En este contexto, las promesas de campaña de Bernal se están convirtiendo pronto en estaciones de distribución de expectativas, así como en un punto de scrutinio público que no tiene precedentes.
La expectativa entre los ciudadanos es sumamente alta y el desafío no es menor. Los Duitameanos están ahora a la espera de que las promesas se traduzcan en acción; requieren respuestas concretas que aborden las necesidades acumuladas de una comunidad que ha exigido un cambio real y tangible. Esto significa que no se trata solo de un discurso inspirador, sino de resultados palpables que demuestren el compromiso de la nueva administración con el bienestar de sus ciudadanos.
Así, se abre un capítulo nuevo para Duitama, donde el liderazgo de Rocío Bernal será puesto a prueba en un entorno donde la confianza de los ciudadanos es esencial para el éxito de su mandato. El desafío es significativamente grande, pero también lo son las oportunidades de marcar una diferencia que podría transformar la vida de muchos en esta comunidad.
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