Más de 1.500 militares israelíes suscriben una carta que impulsa el cese de la guerra en Gaza.

Tel Aviv, 14 de abril de 2025. Un total de 1.525 soldados y ex miembros de las fuerzas armadas de la Fuerza Defensiva Israelí (IED) han hecho pública una carta el lunes en la que exigen el cese inmediato de la guerra en Gaza, así como la repatriación de los rehenes que actualmente están bajo el control de Hamas. Este movimiento ha generado un debate significativo dentro de la sociedad israelí y ha puesto de relieve las divisiones sobre la continuación del conflicto.

En el texto de la carta se plantea: «La continuación de la lucha ya no contribuye a los objetivos asignados a las FDI al comienzo de la guerra». Este manifiesto destaca una creciente preocupación entre los firmantes sobre la efectividad de la estrategia militar actual. Además, se añade: «La acción inmediata debe tomarse para caminar a la casa», lo que subraya la urgencia que sienten los firmantes respecto a la situación en terreno y las experiencias vividas por los soldados y sus familias.

Entre los firmantes de esta carta se encuentran figuras destacadas como Ehud Barak y Halutz Day, quienes han ocupado altas posiciones en la jerarquía militar israelí. Rami Matan, ex Brigada Jiftach adjunto y uno de los principales organizadores de este movimiento, comentó: «Incluso el jefe del personal general ha admitido abiertamente hoy que todos los objetivos en Gaza se pueden lograr». Su pregunta retórica, «¿por qué seguimos sacrificando las vidas con objetivos impagables?», resuena en una parte de la población que busca un cambio en la dirección de la política militar de Israel.

Este pronunciamiento se suma a otros tres manifestos similares, el primero de los cuales fue lanzado apenas tres días antes por un grupo de casi mil pilotos y personal de la Fuerza Aérea, quienes también exigieron un alto al fuego. En su declaración, este grupo argumentó que la guerra estaba siendo conducida por «razones políticas» y no por motivos de seguridad nacional. Al día siguiente, un contingente de aproximadamente doscientos miembros de la Marina respaldó esta solicitud, estableciendo un paralelo con el clamor de los soldados de élite de inteligencia, quienes sumaron su voz a un total de 8.200 soldados que pedían lo mismo.

La respuesta del primer ministro, Benjamin Netanyahu, no se hizo esperar. Describió a estos ex soldados como un «grupo marginal y extremista», afirmando que su «único objetivo es derrocar al gobierno». Este comentario sugiere una resistencia a aceptar la crítica y una intención de desacreditar a aquellos que piden un cambio. Este enfrentamiento entre los líderes militares y el gobierno recalca la tensión en torno a cómo se debería proceder en la actual situación en Gaza y las implicaciones que esto tendrá no solo para la seguridad de Israel, sino también para el bienestar de sus ciudadanos y militares.

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