El 21 de abril de 2025 se marcó como una fecha histórica en el mundo católico y en la comunidad global, pues fue el día en que el Papa Francisco, quien había sido una figura destacada y muy querida, falleció. La causa de su deceso fue atribuida a una insuficiencia cardíaca, además de complicaciones por un accidente cerebrovascular. Esta noticia sorprendió a millones de fieles alrededor del mundo, dejándolos en un estado de luto y reflexión.
Un hecho curioso relacionado con su muerte fue el número 0235, que representó una conexión que coincidió con los últimos dígitos del número que se le asoció como un fanático ferviente del equipo argentino de fútbol San Lorenzo de Almagro. Esta coincidencia fue interpretada por algunos como un signo especial. En particular, el número 88,235 causó revuelo, ya que el primer dígito, 88, corresponde también a la edad con la que Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como Papa Francisco, falleció. Este tipo de simbolismo en torno a los números es común en la cultura latinoamericana, donde muchas personas buscan significados especiales después de perder a figuras públicas.
En países como Colombia y otros de América Latina, existe una tradición de buscar un «número de felicidad» que pueda estar asociado a fechas significativas, a décadas o incluso a datos personales de la persona fallecida. Esta conexión se convierte en un acto de fe, donde los fieles a menudo sienten que pueden encontrar suerte y consuelo a través de estos números. En el caso del Papa Francisco, muchas personas comentaron que vieron el número asignado a su deceso como un portador de buena fortuna, especialmente para aquellos que creían en la influencia positiva del Papa y su legado espiritual.
La muerte del Papa Francisco generó una gran movilización espiritual en todo el mundo, y los medios de comunicación se dedicaron intensamente a cubrir los eventos relacionados con su fallecimiento. Su cuerpo está siendo velado en la capilla ardiente de la Basílica de San Pedro, un lugar de gran importancia en la tradición católica, donde cientos de fieles se han congregado para rendir homenaje y acompañar al Papa en su último adiós. Su funeral está programado para el Sábado 26 de abril, un evento que seguramente atraerá la atención de millones de personas, tanto dentro como fuera de la Iglesia. Después de esta ceremonia, se convocará un cónclave para elegir a su sucesor, lo que marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica después de un pontificado que duró 12 años y 39 días.
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