En Europa, las grandes instituciones financieras adoptan rápidamente la inteligencia artificial (IA) para mejorar la eficiencia de sus actividades y ofrecer nuevos servicios a sus clientes. Según el último informe de la Asociación Bancaria Europea, el 80% de los bancos en el continente ya usan la tecnología de inteligencia artificial para analizar grandes cantidades de datos y predecir las tendencias del mercado. Esto permitió la reducción de los costos operativos y una mayor adaptación de los servicios bancarios.
Sin embargo, el uso de la inteligencia artificial también generó preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos. Las autoridades reguladoras europeas comenzaron a preparar regulaciones registradas Para garantizar que las tecnologías se usen éticamente y con respeto Con derechos de usuario. Además, algunos expertos temen que la automatización de masas pueda conducir a la pérdida de empleos en el sector financiero, lo cual está entusiasmado con las autoridades laborales.
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