Con el objetivo de supervisar el avance en la construcción y desarrollo del proyecto de la Red de Aqueducción Santo Ángel, se llevó a cabo una intervención técnica en el Centro, pasando a través del Pasto sanitario y Empasto. Esta ruta de inspección fue esencial para constatar la efectividad de la implementación del proyecto.
Durante la visita técnica al sitio del proyecto, se evidenció que la implementación ha alcanzado un notable 100%. Este progreso se enmarca dentro de un contrato formalizado con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), con el fin de ofrecer beneficios a una población de 150 menores que se encuentran en un estado de vulnerabilidad.
La comitiva estuvo encabezada por el director visitante, Gerardo Cuenca, junto con el gerente técnico adjunto, Jorge Caicdo, y el gerente de la compañía, Javier Oñate. Cada uno de ellos ha mostrado un gran compromiso hacia la salud y el bienestar de los menores en el centro, lo que permitió completar exitosamente el proyecto.
Según las declaraciones de la entidad responsable, la implementación de esta estrategia ha permitido que los menores del centro de bienestar accedan a agua de calidad superior, la cual está disponible para ellos las 24 horas del día. Este acceso a agua potable representa un cambio significativo en las condiciones del lugar, mejorando no solamente la calidad de vida de los niños, sino también su salud general.
La inversión realizada en la ejecución y consolidación de este proyecto asciende a aproximadamente $475 millones de pesos, un monto significativo destinado a proporcionar el esencial servicio de agua potable a aquellos menores que anteriormente carecían de esta necesidad básica, crucial para su desarrollo y bienestar.
Este proyecto es de suma importancia, ya que el acceso al agua potable no solo es un derecho fundamental, sino que también es crítico para prevenir diversas amenazas a la salud que pueden afectar la vida y la integridad de los menores que reciben atención en este centro. El agua de calidad es vital para evitar enfermedades cotidianas que pueden surgir en entornos donde las condiciones de salubridad son precarias.
En conclusión, a través de la colaboración y el contrato establecido con el ICBF, EmpaSto ha realizado el trabajo necesario para garantizar un servicio de agua potable de alta calidad. Este avance sin duda contribuirá a mejorar las condiciones generales de la población interna, asegurando que los menores se encuentren en un ambiente más saludable y propicio para su desarrollo integral.
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