José Alberto Mujica, conocido popularmente como ‘Pepe’ Mujica, ha llegado a la edad de 89 años tras una valiente y dura lucha contra el cáncer, el cual lo había afectado en los últimos meses de su vida. Esta triste noticia fue confirmada por el actual presidente de Uruguay, Yamandu Orsi, a través de sus redes sociales. Orsi expresó su respeto y admiración hacia Mujica, quien en enero había señalado que había llegado «hasta aquí», una frase que resonará en la memoria colectiva. A pesar de los desafíos enfrentados, Mujica deja un legado indeleble que marcará la historia de América Latina.
Mujica, no solo fue un ex presidente, sino también un ex guerrillero y un líder revolucionario que hizo historia gracias a su sobrio estilo de vida, su discurso directo y su incansable lucha por la justicia social. En una de sus últimas entrevistas, realizada en octubre de 2023, reflexionó profundamente, afirmando que «moriré feliz», aunque sus últimos días fueron complicados debido a la intensa radioterapia a la que se sometió.
Un hombre que lucha, desde las guerrillas hasta la oficina presidencial
Nacido el 20 de mayo de 1935 en Montevideo, Mujica comenzó a involucrarse en la política a una edad muy temprana, participando activamente en la defensa de los derechos de los trabajadores en su comunidad incluso cuando tenía solo 14 años. Su inclinación hacia la política lo llevó a unirse, en 1964, al Movimiento Nacional de Liberación-Tupamaros, donde demostró su valentía al combatir la dictadura civil-militar en Uruguay. A lo largo de su vida, llegó a ser encarcelado varias veces, acumulando un total de diez años de prisión, donde experimentó tortura y aislamiento, pero nunca abandonó su compromiso con la lucha por la justicia y la libertad.
Tras ser liberado en 1985, Mujica se aventuró en la política institucional. Comenzó su carrera como representante alternativo en 1994, se convirtió en diputado del Senado en 1999 y en 2010 asumió la presidencia de Uruguay, logrando un notable respaldo popular. Durante su mandato, centró su política en la integración social, los derechos humanos y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Su enfoque progresista llevó a Uruguay a convertirse en el primer país en el mundo en legalizar la producción, venta y consumo de cannabis en 2013.
‘Pepe’ Mujica que cautivó al mundo
A lo largo de su vida, ‘Pepe’ Mujica logró ganarse el amor y la admiración de muchos, no solo en Uruguay, sino a nivel mundial. Su estilo de vida austero, que incluía vivir en una pequeña casa en las afueras de Montevideo y renunciar a lujos innecesarios, lo convirtió en un símbolo de simplicidad y humildad. Mujica donó gran parte de su salario presidencial a organizaciones no gubernamentales, lo que reflejó su integridad y honestidad en tiempos caracterizados por la corrupción.
Su mensaje, centrado en la solidaridad y la justicia social, resonó profundamente en su país. A pesar de haber dejado la presidencia, Mujica continuó siendo una voz influyente en la política y la sociedad, promoviendo la idea de vivir con soberanía y lanzando advertencias sobre los peligros del consumismo, lo que cimentó su reputación como un ícono respetado en toda América Latina.
Herencia indefinida
Aunque Mujica se retiró de la política activa en 2020, su influencia ha persistido. A lo largo de su vida, enfrentó múltiples adversidades, desde necesitar transfusiones de sangre tras haber recibido seis disparos hasta soportar años de encarcelamiento en condiciones difíciles. Sin embargo, su existencia fue un testimonio de resistencia y valentía. «Pasé soñando, peleando, peleando… no importa, no tengo facturas que recolectar», afirmó durante sus últimas entrevistas.
Su partida deja un vacío significativo en la esfera política de Uruguay y en el continente, pero su legado perdurará a través de las reformas que impulsó y su incesante lucha por la justicia y la igualdad. En sus días finales, aunque debilitado por el cáncer, Mujica siguió comprometido con el futuro del país, evidenciado por su apoyo a la campaña de Yamandu Orsi, quien ahora se prepara para asumir la presidencia.
Así, el mundo recordará a José ‘Pepe’ Mujica, no solo como un ex presidente, sino como un símbolo viviente de resistencia, humildad y un ferviente deseo de luchar por un mundo más justo.
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