El Hospital Universitario de San José de Popayán atraviesa una de las crisis financieras más graves de su historia, y su director Juan Carlos Arteaga se ha convertido en blanco de críticas a la gestión del centro, considerado un pilar del sistema de salud en el suroeste de Colombia.
El consejo de administración se reúne urgentemente para evaluar la crítica situación económica, caracterizada por la falta de liquidez para cubrir los salarios de los empleados y garantizar la prestación de servicios. Aunque el hospital mantiene altos niveles de facturación, la EPS no realiza los pagos adecuados, lo que genera una falta de financiamiento que amenaza las operaciones diarias.
Fuentes internas y empleados han cuestionado la gestión de Cifuentes, señalando que la lentitud en la toma de decisiones y la falta de estrategias efectivas ante los incumplimientos de las EPS han profundizado la crisis. «Perdimos meses valiosos que se podrían haber invertido en garantizar fondos y negociar con las aseguradoras», afirman los empleados de la institución.
La situación también amenaza proyectos estratégicos del Ministerio de Salud, como el suministro de equipamiento de última generación y la finalización del edificio de salud mental, cuya inversión supera los 38 mil millones de dólares.
Crece la indignación entre los profesionales médicos y los ciudadanos que advierten que el hospital de San José refleja el colapso estructural del sistema de salud de Colombia. Muchos responsabilizan directamente a Juan Carlos Arteaga por su falta de liderazgo ante la deuda de la EPS y su aparente indiferencia ante la urgencia de salvar la institución, advirtiendo que sin una acción inmediata, Popayán puede quedarse sin un hospital de referencia.
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