La violencia ha tomado un rumbo alarmante en Antioquia, lo que llevó al gobernador Andrés Julián a implementar medidas drásticas ante la situación. A través de una directiva oficial, el gobernador ordenó a las fuerzas militares y policiales que pongan en marcha acciones ofensivas contra las estructuras del Clan del Golfo, así como en contra de la distribución de los grupos armados ilegales, incluidos las FARC y el ELN. En este contexto de creciente violencia, también solicitó de manera formal la intervención militar del presidente Gustavo Petro, específicamente en relación con la necesidad de cinco submarinos para fortalecer la seguridad en la región. La urgencia de esta requisición resalta la crítica situación que enfrenta Antioquia.
«Es hora de estar en la calle, no escondido en el castillo. Los que tienen que temer son los delincuentes», expresó Rendón en una impactante carta dirigida al presidente Petro, evidenciando la seriedad de la petición.
Esta decisión ha sido desencadenada por un preocupante balance de 27 ataques recientes que han sumido a Antioquia en un «horario de armas», dejando un resultado devastador de 11 uniformados fallecidos y 26 heridos, seis de los cuales están en condiciones graves. Esta situación ha generado un clamor generalizado por más atención y apoyo del gobierno central.
Área prioritaria y clamor por apoyo militar; Gobernador de Antioquia requiere ayuda militar urgente al gobierno de Petro
La solicitud de ayuda militar abarca de manera particular las regiones del suroeste, oeste, Bajo Cauca, Urabá y noreste, donde la actividad de los grupos armados ilegales ha desbordado las capacidades de seguridad pública. El gobernador Rendón enfatizó que solo el presidente Petro tiene la autoridad para autorizar esta medida, instándole a actuar con prontitud ante este momento crítico.
«La política general de paz ha causado que los criminales se fortalezcan y desestabilizado nuestra fuerza. Mientras ellos se fortalecen, nuestros uniformados caen», declaró Rendón, subrayando la urgencia de una respuesta efectiva.
Asimismo, se han impartido instrucciones específicas a la policía y a las fuerzas armadas para que intensifiquen sus operaciones en las aguas territoriales, particularmente en la zona de Liberia: El Charcón de Anorí, una región estratégica que ha caído bajo el control de grupos criminales. La situación es crítica, y la estrategia es necesaria para restaurar el orden.
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Inversión en medidas de seguridad y municipios para contener violencia
El gobernador Rendón anunció que el primer destino de la nueva partida presupuestaria destinada a seguridad será la adquisición de cascos protectores y chalecos para salvaguardar a la policía y a los soldados en su labor. Además, subrayó la importancia de dotar a los uniformes de características que refuercen su resistencia, señalando el coraje mostrado por un inspector que se enfrentó a criminales en la zona de remedios, donde se produjo una explosión debido al uso de una granada.
En paralelo, el gobernador instó a los alcaldes de Antioquia a implementar medidas extraordinarias, como la restricción del consumo de alcohol y la limitación de la movilidad en sus municipios. Estas estrategias buscan mitigar la violencia y proteger a la ciudadanía en medio de esta crisis.
«Dios pone su evidencia más difícil de sus tropas más fuertes. Antioquia continuará con la decisión y el coraje», concluyó, reafirmando su compromiso a luchar contra la violencia que azota la región.
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