Here’s a revised version of the title using synonyms: «Su creación de generación ha indicado que se transforme en ‘rata-voladora’ para convertirse.»

La China contemporánea difiere radicalmente de la imagen que se tenía de ella hace años, especialmente en lo que respecta a su actitud hacia el crecimiento y desarrollo. En un contexto donde la juventud enfrenta problemas como el desempleo y la saturación laboral, se han agrupado bajo un término provocador: «Rata People». Este fenómeno no es simplemente un capricho cultural, sino un reflejo de una generación que ha decidido optar por estilos de vida alternativos y menos convencionales.

SCMP informa que las «personas de rata» son, en muchos aspectos, la máxima expresión del movimiento chino de «tumbado», un rechazo a las largas jornadas laborales de 72 horas semanales y a la cultura de trabajo 996 (de nueve de la mañana a nueve de la noche, seis días a la semana). Lo que parece ser un estigma se ha convertido en un símbolo de resistencia; muchos jóvenes abrazan su dependencia económica de sus padres y desacreditan la noción de que solo el trabajo duro es la vía hacia el éxito.

Una generación en crisis y rebelión existencial. De acuerdo a un artículo de Business Insider, los jóvenes de la Generación Z en China están atravesando una crisis existencial provocada por la presión tanto social como laboral. Después de décadas de un crecimiento económico sin precedentes, se encuentran ahora inmersos en un mercado laboral altamente competitivo que les exige responsabilidades familiares, así como lidiar con unos costos de vivienda exorbitantes. «Me niego a ser un dependiente. Defiendo el nombre de las ratas», expresa un joven en su testimonio a Business Insider.

Este escenario se ve agravado por la crianza adoptada por los padres tigre, quienes invierten recursos significativos en la educación de sus hijos esperando un futuro brillante. Esta presión fomenta una competencia feroz y una sensación generalizada de agotamiento.

El péndulo chino. La presión que experimentan los jóvenes chinos ha creado una especie de efecto péndulo, dando lugar a movimientos como «tumbados» y «Bai Lan» (que significa dejarse llevar, ya sin motivación ni perspectivas claras para el futuro). Estas actitudes han evolucionado hacia protestas más visibles, como quedarse en la cama sin hacer nada, manifestando su frustración en una sociedad que exige a sus jóvenes sacrificios sin ofrecer recompensas tangibles. Una joven comentó en redes sociales: «Después de tres años de arduo trabajo, finalmente le demostré a mis padres que un trabajo no genera riqueza.»

La antítesis de los criptobros. Este nuevo enfoque filosófico en China contrasta notablemente con las corrientes productivistas representadas por los mal llamados criptobros, quienes se caracterizan por rutinas disciplinadas y automotivación. Según Zhang Yong, un trabajador social en Hubei, las «ratas» ejemplifican una tendencia más amplia de «retirada social». «Es un mecanismo de afrontamiento pasivo después de los contratiempos. Reducen el contacto social y simplifican sus vidas para recuperarse», señala Yong.

Mientras que en Occidente los jóvenes pueden aspirar a un estilo de vida minimalista, en China muchos de estos jóvenes eligen deliberadamente escapar de la búsqueda de éxito y la imagen glamorosa que dominan las redes sociales. «Las ratas quieren ser diametralmente opuestas a la imagen autodisciplinada y glamorosa que a menudo se ve en Internet», afirman.

El caldo de cultivo. El aumento de la población de «ratas» está intrínsecamente ligado a la economía de China, que atraviesa una desaceleración industrial significativa. Según el FMI, se espera una caída de crecimiento que podría reducirse hasta un 4% para 2025. Además, el debilitamiento del yuan y las tensiones económicas con Estados Unidos han generado incertidumbre respecto al futuro del país.

Uno de los factores cruciales detrás de este fenómeno es el alto desempleo juvenil. En marzo de 2025, la tasa de desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años alcanzó un alarmante 16,5%, luego de haber tocado un récord histórico del 21,3% en junio de 2023. Para muchos, esta situación representa el exhausto legado de la cultura «996», la cual ha sido rechazada intensamente por la juventud que anhela alternativas menos sacrificadas.

Nuevos tipos de comprensión del trabajo y el futuro. Eric Fu, investigador en la Universidad de Melbourne, sostiene que estas tendencias entre la juventud china no deben considerarse una derrota generacional, sino más bien un desarrollo que refleja un nuevo entendimiento del trabajo y de la vida. «Esto demuestra que las personas comienzan a pensar seriamente en el trabajo que realmente desean realizar y el significado que les otorgan a sus vidas. También indica que la sociedad china ha comenzado a diversificarse en cierta medida», comenta Fu. Aunque muchos jóvenes pueden sostener este estilo de vida gracias a los ahorros familiares, no por ello se resignan a permanecer en este estado indefinidamente.

En | El futuro de China tras ser la Gran Fábrica Occidental

En | La simple sospecha de ser pro-japón

Imagen | Sin obstáculos (Fotografía de Slyfox Presentada por Dylann Hendricks)

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