Durante su reciente visita a Ibagué, el candidato presidencial Miguel Uribe Turpay expresó su preocupación por el estado actual de la ciudad, haciendo hincapié en que estas condiciones son un reflejo de la falta de atención adecuada por parte de las administraciones anteriores. En un tono crítico, Uribe apuntó contra el ex alcalde Andrés Hurtado, sugiriendo que su gestión no había atendido las necesidades básicas de la infraestructura urbana. «Duele por Ibagué que Johana haya sido heredada por carretera en mal estado», afirmó Uribe, señalando la insatisfacción que sienten los ciudadanos con la situación vial, especialmente en lo que respecta a las carreteras que conectan importantes sectores de la ciudad. Al mismo tiempo, brindó su respaldo al actual presidente, lo que genera un panorama de diferencias dentro del partido demócrata local, evidenciando tensiones que podrían influir en las próximas elecciones.
Los comentarios del candidato no solo fueron bien recibidos por los asistentes, sino que también fueron interpretados como un intento de distanciarse del legado de la administración anterior. La situación de las vías no solo afecta la movilidad, sino que también puede tener repercusiones directas en la economía local, el turismo y, por ende, en la calidad de vida de los ibaguereños. Durante el evento en la Universidad de Ibagué, que congregó a diversas personas interesadas en las propuestas del candidato, Uribe facilitó un diálogo abierto, donde los ciudadanos pudieron expresar sus inquietudes respecto a la infraestructura y los servicios públicos, resaltando la urgencia de un cambio.
A pesar de la naturaleza crítica de su intervención, Uribe parece estar construyendo una imagen de solución y esperanza, prometiendo un enfoque renovado hacia la gestión gubernamental que priorice las necesidades de los ciudadanos. En ese sentido, las críticas a la gestión del ex alcalde no fueron solo anécdotas, sino una llamada a la acción para que los futuros líderes adopten una postura más proactiva en la solución de los problemas sociales y económicos de la ciudad.
Durante la reunión, también surgieron anécdotas sobre cómo el deterioro de las carreteras ha afectado incluso la movilidad de los propios candidatos, lo que subraya la gravedad del asunto. Por ejemplo, se mencionó que el mal estado de las pistas había llevado a un incidente donde el jefe de la campaña tuvo un contratiempo con su camioneta, un hecho que ilustra de manera tangible las dificultades que enfrenta el transporte en la región.
Esta jornada no solo fue una oportunidad para criticar, sino también para presentar propuestas y soluciones viables. Uribe destacó la importancia de establecer alianzas entre el gobierno local, la comunidad y sectores privados para revitalizar Ibagué y promover un desarrollo sostenible. De esta manera, su visita se torna clave para el futuro político de la región, dando voz a las preocupaciones de los ciudadanos e impulsando un diálogo que, espera, conducirá a un cambio real en Ibagué.
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