El Departamento del Instituto de Salud Nariño, en colaboración con diversas direcciones de salud locales, ha llevado a cabo una serie de talleres enfocados en la gestión de desastres. Estos esfuerzos están orientados a optimizar la atención sanitaria en toda la región, asegurando que los recursos y planes de respuesta estén bien alineados para afrontar emergencias de manera efectiva. Los talleres se realizaron en un ambiente colaborativo, donde se aportaron ideas y estrategias para mejorar la atención en situaciones críticas.
Un aspecto clave de este proceso fue la priorización de 20 municipios, seleccionados basándose en la frecuencia y el impacto de ciertos eventos desfavorables que ocurrieron inesperadamente durante el año. Entre estos eventos se incluyen cambios en el orden público, deslizamientos de tierra, la continua amenaza de erupciones volcánicas, y accidentes de tráfico que han comprometido la seguridad de la población y han incidido en la atención de salud pública.
Durante los talleres, se facilitaron espacios de análisis e intercambio de experiencias donde se pudo identificar y fortalecer los planes de acción y reacción en el ámbito de la salud. Esto se llevó a cabo mediante la construcción de cartografía que incluye objetivos estratégicos, así como la evaluación de la capacidad instalada dentro del sector de la salud, lo que permitió a las autoridades entender mejor las limitaciones y fortalezas que poseen.
Además, se organizó un comité operativo de emergencia, así como un comité del hospital y una cadena de llamadas que resulta fundamental para mantener un orden y directrices más claras dentro de las entidades involucradas. La comunicación fluida es crucial en situaciones de emergencia, y esta estructura permite a los responsables coordinar esfuerzos de manera más eficaz.
La formulación de planes de acción específicos y contextualizados ha sido prioritaria, dado que se ha confirmado que cada funcionario está comprometido a ofrecer asistencia conforme a las pautas establecidas en cuanto a su desempeño. Este compromiso es vital para garantizar que las intervenciones sean pertinentes y efectivas, ajustándose a las realidades de cada municipio y sus características únicas.
Wilson Larraniaga, un especialista en salud pública en Salud de Emergencia e IDSN Desastre, expresó su opinión sobre esta iniciativa: «Estos son planes del sector de la salud y estamos buscando la respuesta del sector de la salud apropiada en caso de que estas situaciones se presenten». La planificación y preparación son esenciales para disminuir el impacto de eventos adversos en la salud de la población, y es fundamental que existan protocolos claros y bien comunicados para abordar cualquier contingencia que pueda surgir.
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