Sports Quindi ha formalizado la llegada de Harold Rivera como su nuevo director técnico, con un objetivo claro y ambicioso: lograr el ascenso a la liga BetPlay 2026. Este anuncio ha generado una gran expectativa entre los aficionados y los miembros del club, quienes esperan que su liderazgo impulse un cambio significativo en el desempeño del equipo.
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La situación actual en el conjunto ‘milagroso’ se presenta como muy crítica, no solo en términos de rendimiento deportivo, sino también en la relación con los aficionados. La decepción acumulada a lo largo de la temporada ha llevado a un deterioro en la confianza de los seguidores hacia el equipo y sus administradores.
En este momento, el ‘Cuyabros‘ se encuentra en la posición 12 de la tabla, con 13 puntos acumulados y ya con muy pocas esperanzas de lograr una clasificación a las semifinales del torneo BetPlay 2025-I. Este panorama adverso ha llevado a una serie de tensiones entre los seguidores y la directiva, provocando enfrentamientos que han terminado con ataques verbales hacia gerentes y jugadores, lo que ha puesto aún más presión sobre el equipo.
La reciente decisión de Carlos Velasco de dejar su puesto ha añadido a la inestabilidad dentro del equipo, y ahora, con la presentación de Harold Rivera como el nuevo timonel, se espera un giro en la dirección del club. La experiencia de Rivera, un estratega de 54 años, se fundamenta en su vasta trayectoria en el fútbol colombiano, habiendo dirigido a equipos como Unión Magdalena, Independiente Santa Fe y Patriots Boyacá, siendo este último su club más reciente, donde tuvo que enfrentar la dura realidad de un descenso a la segunda división del fútbol profesional colombiano. A pesar de los desafíos, su bagaje incluye experiencia en las categorías juveniles de la selección colombiana, específicamente en las categorías U-15 y U-17, lo que podría aportar una nueva perspectiva al desarrollo de talentos dentro del club.
El nombramiento de Rivera no solo trae consigo una nueva estrategia, sino también la esperanza de revitalizar la relación con los aficionados, que han estado esperando ansiosamente un cambio positivo. La presión sobre sus hombros es considerable, ya que su debut como director técnico se realizará el sábado 3 de mayo en un partido crucial contra Tigres en Bogotá. Este encuentro no solo será un momento clave para medir su impacto inmediato en el equipo, sino que también servirá como barómetro para ver si puede reconectar al club con su apasionada base de seguidores.
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