Sebastián Macías Correa, ex jugador Independiente Medellín y Cúcuta Deportivo, finalmente se detuvo en Nashville, Tennessee, el 10 de mayo. Las autoridades lo arrestaron por agredir a un salvavidas, cometiendo actos de vandalismo y cambiando el orden público. Durante varios días permaneció sin derecho a despedir. Su imagen con el uniforme de prisioneros visitó las redes, difuminando la imagen de este defensor que brilló en la Liga Colombiana. Ex jugador Dim: arrestado en los Estados Unidos por agresión y vandalismo.
Su captura causó la influencia de la comunidad colombiana en los Estados Unidos, especialmente en Nashville, en la ciudad de más de 400,000 habitantes. Aunque fue liberado y su caso fue cerrado, el episodio reactivó las viejas quejas contra él.
Las acusaciones de abuso sexual lo han estado persiguiendo desde 2022
En Medellín, Macías enfrentó una seria queja en 2022 por presunta agresión sexual. Paulina Vivares, una niña de 18 años, lo acusó de violación después de la noche. Ambos se reunieron en Instagram y compartieron la fiesta antes de ir a casa con el jugador. Según la historia de la víctima, la atacó física y sexualmente cuando ella rechazó las relaciones íntimas.
La familia del ex jugador, según la defensora Diana Correa, intentaría comprar su silencio. «Le dijeron que pusiera a este personaje», dijo Correa. A pesar de la influencia de los medios de comunicación, el caso no prosperó. Poco después, Macías desapareció del radar del fútbol profesional y fue a los Estados Unidos.
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Promesa de fútbol para el héroe del escándalo; Ex jugador del primero: arrestado en los Estados Unidos por agresión y vandalismo
Macías hizo su debut en 2016 con Deportivo Independiente Medellín, donde se convirtió en un campeón coronado y jugó en 79 partidos. También llevaba el tortivo pasto, Cúcuta Deportivo y el río Rashes de Uruguay. A los 29 años, su carrera resultó ser marcada más que los logros deportivos.
Su caso recuerda que de otros jugadores colombianos que cruzaron la frontera entre la fama y el crimen. Nombres como Jhon Viáfara, Diego León Osorio y Anthony de Ávila también estaban frente a los procesos de tráfico de drogas, comercio de armas o agresión. Macías, sin embargo, es uno de los pocos indicados por los delitos sexuales y la agresión física, tanto en Colombia como en el extranjero.
El caso de Sebastián Macías Correa una vez más revela una línea delgada entre el éxito deportivo y la caída personal. Su historia, que comenzó en los tribunales con Glory, está escrita hoy en la corte. American Justice ya ha cerrado su último proceso, pero la sombra de sus actos anteriores todavía está diseñando, y el fútbol lo está mirando desde lejos.
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