El cierre parcial del gobierno estadounidense, que ya va más allá de lo habitual, ha comenzado a producir impactos tangibles y visibles en el transporte aéreo del país. Según agencias especializadas y fuentes oficiales, la Administración Federal de Aviación (FAA) ordenó restricciones al tráfico aéreo en 40 de los aeropuertos más transitados del país, lo que provocó la cancelación de más de 1000 vuelos sólo el viernes.
Contexto de cierre
El estancamiento político que mantiene inactivos los presupuestos de muchas agencias federales ha provocado que decenas de miles de trabajadores federales no reciban su salario, a pesar de que muchos de ellos continúan trabajando bajo disposiciones legales. Estos incluyen controladores de tráfico aéreo y agentes de la Agencia de Seguridad del Transporte (TSA).
La FAA, dado que la falta de pago y el exceso de horas de trabajo obligatorias generaban «estrés operativo», decidió que la solución responsable era reducir el número de vuelos para aliviar la presión sobre el sistema.
¿Qué está pasando en los aeropuertos?
- La orden de la FAA considera inicialmente una reducción 4% tráfico en 40 aeropuertos seleccionados y se prevé aumentar gradualmente este valor 10% en los próximos días.
- El número de cancelaciones el primer día superó las 1.000, aunque el sistema mundial de vuelos sigue manteniendo niveles de operaciones relativamente altos, lo que sugiere que las rutas secundarias o los aeropuertos muy sensibles tienen más probabilidades de verse afectados.
- Los retrasos se han vuelto notables: se han reportado retrasos de hasta cuatro horas en aeropuertos como el de Washington, D.C. (Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington), y ahora son comunes retrasos de 1 a 2 horas en otros centros importantes.
- Como se espera que el caos se intensifique, las aerolíneas afectadas han comenzado a ofrecer a los pasajeros exenciones en las tarifas de cambio o cancelación.
Consecuencias y riesgos
El impacto no afecta sólo a los viajeros que ya están luchando con cancelaciones o cambios de vuelos. Las consecuencias van desde:
- Seguridad de la aviación: La FAA dice que los controladores que continúan trabajando sin paga están bajo una presión cada vez mayor, lo que resulta en un aumento del ausentismo y la fatiga.
- Economía del transporte y cadena logística.: Menos vuelos también significan menos capacidad de carga aérea, lo que puede traducirse en mayores costos de flete, retrasos en la carga y bloqueo de rutas internacionales.
- Turismo y viajes personales.: A medida que comienza la temporada navideña (en EE. UU.), el riesgo de que este problema se extienda y empeore podría resultar en menos reservas o largas esperas en los aeropuertos.
- Presión política: La administración Trump –y el Congreso– están bajo fuego por esta situación a medida que el cierre prolongado empeora, con consecuencias tangibles para los ciudadanos comunes.
¿Qué debe hacer un viajero?
- Verifique el estado de su vuelo con anticipación, incluidas las aplicaciones de las aerolíneas y las notificaciones oficiales.
- Esté preparado para retrasos más prolongados, especialmente si su vuelo sale o llega a uno de los 40 aeropuertos designados.
- Si su itinerario es flexible, considere alternativas (cambio de ruta, volar en días diferentes o aeropuertos menos concurridos).
- Estén atentos al progreso de las negociaciones políticas para ver si la situación mejora.
¿Qué pasará?
La FAA advirtió que podrían producirse reducciones de emisiones si no se abordan los cierres de plantas 20% de los vuelos en algunos aeropuertos. Esta cifra supondría la cancelación o reprogramación de decenas de miles de vuelos en el transcurso de varias semanas, lo que tendría un efecto en cadena sobre los vuelos internacionales y el comercio mundial.
Además, incluso si se firma un acuerdo presupuestario, la restauración total del sistema de aviación no será inmediata: la reprogramación de rutas, tripulaciones y franjas horarias llevará días o semanas.
Solicitud
El cierre del gobierno de Estados Unidos, liderado en última instancia por la administración de Donald Trump, ya no es un recuento abstracto de números en el parlamento: afecta los vuelos, los viajeros, la logística y la economía real. El hecho de que se cancelaran más de mil vuelos en un día muestra la magnitud del riesgo cuando los servicios públicos esenciales quedan sin apoyo presupuestario y los ajustes temporales se convierten en una fuente de perturbaciones planificadas. En los próximos días conviene prestar especial atención al desarrollo de las negociaciones y a la evolución del sistema aeronáutico estadounidense.
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