El reemplazo de Brayam Escandón ha comenzado a recibir duras críticas en relación a la situación de las carreteras en la ciudad de Ibagué. Este tema se ha vuelto un punto focal en la discusión pública, ya que se considera que las condiciones actuales son insostenibles y requieren atención urgente. Durante su intervención, solicitó no solo un análisis crítico de la infraestructura existente, sino también una solución de planificación sostenible para lo que él describió como «el colapso del colapso». Este término hace referencia a la crítica situación en la que las vías de la ciudad están sufriendo un deterioro significativo y las reparaciones temporales ya no son suficientes para abordar el problema de fondo.
Escandon enfatizó la necesidad imperante de que el alcalde local adopte un enfoque más proactivo y de largo plazo al respecto. En lugar de depender de parches temporales que solo proporcionan alivio momentáneo, él argumentó que es crucial realizar inversiones profundas que abarquen no solo la renovación de las carreteras, sino también una reestructuración del sistema de agua potable y alcantarillado de la ciudad. Esta infraestructura es vital para garantizar que Ibagué pueda enfrentar sus desafíos actuales y futuros de manera efectiva.
El MP, que representó una voz decisiva en este debate, respaldó la propuesta de intervenir en el corredor del norte, uno de los sectores más afectados por las malas condiciones de las carreteras. Además, se hizo hincapié en que el capital de la región de Tolima necesita acciones concretas y materialmente efectivas, no soluciones temporales que solo alivien la situación momentáneamente. Esta postura resuena con muchos ciudadanos que están cansados de soluciones que no abordan los problemas estructurales subyacentes. «Ibagué tiene que pensar en grande», comentó Escandon, subrayando la importancia de una visión estratégica que contemple el desarrollo y bienestar a largo plazo para la comunidad.
Es fundamental que todos los niveles de gobierno colaboren en este esfuerzo para asegurar que las iniciativas implementadas sean no solo viables, sino también efectivas en el tiempo. La planificación y el desarrollo estratégico son esenciales para crear un futuro en el que Ibagué no solo mejore sus infraestructuras, sino que también se convierta en un lugar más habitable y seguro para todos sus habitantes. Los residentes merecen un sistema de transporte que funcione adecuadamente y que refleje el progreso que el municipio necesita para competir con otras ciudades en crecimiento.
En resumen, el llamado de Escandon es claro: Ibagué requiere un cambio significativo en la manera en que se gestionan las inversiones en infraestructura. No debe subestimarse la capacidad de transformar la ciudad mediante una visión audaz y una clara voluntad política para realizar cambios duraderos. Solo a través de un enfoque integral y bien diseñado, se podrá aspirar a un futuro en el que la comunidad de Ibagué viva con dignidad y en condiciones óptimas.
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