Las declaraciones recientes de Felipe Ferro, diputado de Tolima por el partido Centro Democrático, han encendido una ola de críticas hacia el Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. Esta controversia surge de una afirmación que hizo Jaramillo en eventos públicos donde sostuvo que «la autoridad de los padres es del estado», en lo que se refiere a la crianza de los niños menores en Colombia. Según el Ministro, este planteamiento es fundamental para poner en marcha iniciativas relacionadas con la vacunación, en particular, en lo concerniente a la fiebre amarilla.
El diputado Ferro no se ha quedado callado y ha calificado la declaración de Jaramillo como «tonterías legales» y una «amenaza directa» a la familia, la cual considera la base fundamental de la sociedad. “Una declaración como esta, sin lugar a dudas, debería resultar en la renuncia inmediata de cualquier funcionario responsable en una democracia”, argumentó Ferro en una columna publicada. Además, el diputado sostiene que las palabras de Jaramillo no son un mero desliz, sino que reflejan lo que él denomina una «documentación» que es impulsada por la administración del presidente Gustavo Petro.
Advertencia de riesgo
Ferro fundamentó su oposición con bases legales y recordó que el marco legal colombiano establece de manera clara que los derechos sobre los hijos pertenecen a los padres. Según la ley, estas prerrogativas solo pueden ser revocadas a través de una decisión judicial en circunstancias muy excepcionales. «¿Cuándo el estado se convirtió en un garante de derechos para asumir la propiedad de nuestros hijos?», cuestionó Ferro retóricamente.
Aún reconociendo la importancia de las campañas de vacunación, Ferro criticó intensamente el enfoque del gobierno. “Este tipo de declaraciones son más propias de una dictadura que de una democracia y constituyen un gran riesgo. Cuando el estado se proclama propietario de los niños, lo que sigue es una serie de consecuencias que pueden llevar a la internalización de ideas, a la censura y, en última instancia, a la destrucción de la familia como uno de sus pilares fundamentales. Hemos sido testigos de esto en Venezuela, donde el régimen transformó a los niños en soldados y los padres se convirtieron en meros observadores”, advirtió.
Ferro concluyó su discurso con un llamado contundente a la ciudadanía: «Si el estado osa intervenir en la vida de nuestros hijos, nos encontraremos listos para protegerlos utilizando todas las herramientas legales, sociales y políticas a nuestro alcance. Porque los niños no son del estado, pertenecen a sus padres y a su hogar».
Esta controversia está creando un ambiente de discordia considerable. Las palabras del Ministro Jaramillo han desatado una tormenta política y legal en Colombia, y se anticipa que la discusión sobre este tema continuará ocupando un lugar central en el debate público durante los próximos días.
El impacto de esta frase ha generado una crisis que se manifiesta aún en los pasillos de la política colombiana, provocando reacciones y análisis en múltiples frentes.