En el panorama político de Ibagué, se vislumbra una posible fractura dentro del conservadurismo tradicional. El ministro Arturo Castillo, quien logró obtener 4,197 votos en las elecciones de 2023, ha manifestado su descontento respecto al trato recibido durante su vinculación con el movimiento liderado por José Elver Hernández, conocido como ‘Choco’, y Gonzalo García, un referente del movimiento apodado ‘Gomezgallismo’. A lo largo de los meses, ha quedado claro que Castillo no ha sido considerado en las decisiones estratégicas ni ha sido invitado a las reuniones cruciales donde se establecen alianzas para las próximas elecciones, lo que ha avivado su frustración.
Este descontento ha cobrado mayor relevancia en las últimas semanas, con la inminente posibilidad de que ‘Choco’ y García forjen un acuerdo con William Mahecha Acosta, quien, a pesar de haber recibido 11,687 votos como candidato al parlamento, no logró asumir el cargo. Este desarrollo ha intensificado las preocupaciones de Castillo, quien se ha visto excluido de las negociaciones y decisiones que afectan profundamente el futuro político del movimiento.
La frustración
La incomodidad que siente Castillo no es menor. Históricamente, se ha caracterizado por tener un discurso político que a menudo transcurre por su propia línea, lo que ha llevado a que su exclusión en estas negociaciones internas genere un malestar considerable. En particular, el hecho de que se estén llevando a cabo movimientos estratégicos para fortalecer las listas a la Asamblea de Tolima sin su participación, considerando que él es un ministro activo y un candidato con una base electoral considerable, es una situación que no solo lo inquieta, sino que también puede tener repercusiones en la cohesión del movimiento.
Una de las mayores inquietudes de Castillo es la concentración de decisiones en un círculo cerrado que, según él, podría poner en riesgo los cimientos del ‘Gomezgallismo’, movimiento que hasta el momento ha mantenido una apariencia de unidad. En este contexto, parece que el ministro está evaluando otras alianzas políticas. Un potencial aliado es el actual representante a la cámara, Juan Carlos Wills Ospina, quien tiene la intención de recuperar su relevancia política en el 2026. Esta posible cercanía entre Castillo y Wills podría marcar una ruptura significativa dentro del ‘Gomezgallismo’ y facilitar que se forme un programa consolidado que ‘Choco’ ha estado promoviendo.
Es importante señalar que el capital electoral de Castillo no debe subestimarse. Su eventual distanciamiento del grupo no solo podría provocar tensiones internas, sino que también podría alterar el equilibrio del poder en la región de Tolima, lo que podría resultar en un cambio sustancial en la dinámica política local. A medida que se acercan las próximas elecciones, la evolución de esta situación es algo que se seguirá de cerca, dado que podría redefinir el futuro del conservadurismo en Ibagué y sus alrededores.
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