Es un hecho conocido que el consumo de alcohol puede representar un riesgo considerable para nuestra salud, incluso cuando se ingiere en pequeñas cantidades. Sin embargo, es igualmente cierto que los problemas relacionados con las bebidas alcohólicas tienden a proliferar de manera significativa cuando sobrepasamos lo que se entiende como «consumo moderado». Este incremento en los riesgos asociados con el alcohol plantea serias preocupaciones para la salud pública.
Lesiones cerebrales y su vínculo con el alcohol. Un nuevo estudio ha analizado la correlación entre el consumo excesivo de alcohol y la aparición de arteriosclerosis hialina, un trastorno que se relaciona con lesiones cerebrales. El equipo de investigación aclara que la relación observada entre el alcohol y este tipo de afección no debe interpretarse como prueba concluyente de que el alcohol sea la causa directa de las lesiones cerebrales.
«El consumo grave de alcohol representa un problema de salud pública global significativo, que conlleva un aumento en diversos problemas de salud y mortalidad». Así lo afirmó Alberto Fernando Oliveira Justo, coautor del estudio. «Hemos estado investigando cómo el alcohol impacta en el cerebro de diferentes individuos. Nuestra investigación indica que el consumo excesivo de alcohol provoca daños en el cerebro, los cuales pueden dar lugar a problemas de memoria y cognición».
Acerca de la arteriosclerosis hialina. El estudio en cuestión detalla que la arteriosclerosis hialina es una condición que provoca el engrosamiento y endurecimiento de ciertos vasos sanguíneos, dificultando así el flujo sanguíneo y, por lo tanto, ocasionando daño cerebral. Esta afección puede desarrollarse en regiones del cerebro que hayan sufrido lesiones o daños. Además, otro trastorno asociado, como la diabetes, puede generar efectos similares que afectan principalmente los riñones.
Resultados de la autopsia. En el marco de su análisis, el equipo encargado del estudio recopiló datos de 1.781 participantes con edades superiores a los 75 años. Para evaluar los efectos del alcohol en sus cerebros, se realizaron autopsias que permitieron al equipo buscar signos de lesiones cerebrales, tales como acumulaciones de proteínas TAU y evidencias de arteriosclerosis hialina.
¿Qué se considera «exceso»? La pregunta de ¿cuánto alcohol es demasiado alcohol? puede ser complicada de responder con claridad. La tolerancia de nuestro cuerpo ante esta sustancia varía según factores como la edad, el género y la masa corporal. En su investigación, el equipo llevó a cabo entrevistas con los familiares de los difuntos que formaban parte del estudio para obtener información relevante sobre los hábitos de consumo de alcohol.
De las respuestas recopiladas, los investigadores categorizaron a estos individuos en diferentes grupos: los que nunca habían estado ebrios (965 personas), bebedores moderados (319 participantes), quienes habían excedido de manera ocasional (129 personas) y aquellos que habían sido consumidores excesivos (368 personas).
Estableciendo conexiones. Después de tener en cuenta diversos factores, el equipo determinó que los individuos encuadrados en la categoría de consumo excesivo tenían un riesgo de sufrir lesiones vasculares cerebrales un 133% mayor que aquellos que no consumían alcohol. Para los ex bebedores, el riesgo era un 89% más alto, mientras que quienes bebían moderadamente tenían un aumento del 60% en ese riesgo.
Además, el equipo halló indicios que sugieren un vínculo entre el consumo de alcohol y la aparición de grupos de rocío, aunque este efecto parece ser menos pronunciado que el observado con la arteriosclerosis hialina. Los detalles de esta investigación fueron publicados en un artículo en la revista Neurology.
Manteniendo el equilibrio. El equipo también hizo otras observaciones significativas en su estudio. Por ejemplo, se encontraron problemas cognitivos notables entre los bebedores y una reducción de hasta 13 años en la esperanza de vida de aquellos que consumen alcohol en exceso en comparación con quienes no lo hacen.
Este estudio añade otra capa de evidencia respecto a los peligros del consumo de alcohol. A menudo escuchamos sobre los posibles beneficios de las bebidas de baja graduación, como el vino, pero generalmente los expertos concluyen que los riesgos asociados superan las ventajas. Además, es importante tener en cuenta que estos riesgos son aún más significativos conforme aumenta el nivel de consumo.
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Imagen | Adam Wilson