En alineación con el lema central que aboga por la inclusión social y la visibilidad de las personas con discapacidad, la campaña conocida como «intimidación cero» ha llegado a la institución educativa ubicada en el sur de la comuna de Ipiales. Esta campaña tiene como principal objetivo fomentar un entorno educativo que sea más respetuoso y empático, así como un espacio de aprendizaje libre de cualquier tipo de intimidación.
La iniciativa está siendo impulsada por la subselección de la unidad dedicada a la inclusión y discapacidad del Departamento de Acción Social. Junto a esta entidad, la Oficina de Sociales de la institución ha coordinado esfuerzos que buscan atender las necesidades del mayor número posible de estudiantes con discapacidad dentro de la comunidad educativa. Este enfoque colaborativo es fundamental para garantizar que todos los alumnos tengan acceso a un entorno que facilite su aprendizaje y desarrollo personal.
Uno de los propósitos centrales de esta estrategia es promover una cultura de respeto, empatía y solidaridad entre todos los estudiantes. La idea es que se fomente un sentido de igualdad, donde las diferencias sean reconocidas y apreciadas como un valor fundamental. Esto no solo enriquece la experiencia educativa de cada estudiante, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
La rectora de la Institución Educativa Insur, Claudia Calvache, ha expresado su opinión sobre la implementación de este importante programa. Ella ha afirmado que «la colaboración y acompañamiento brindado por las autoridades es extremadamente valiosa para nuestra institución, sobre todo en lo que respecta a la inclusión de estudiantes con discapacidades». Estas palabras resaltan la importancia del trabajo conjunto para lograr un cambio significativo en la comunidad escolar.
Por su parte, Jaime Moreno, quien es el director de la Unidad de Discapacidad del Departamento de Acción Social, también se ha referido a la campaña. Él ha destacado que «nuestra meta es crear conciencia sobre la necesidad de un trato respetuoso y digno en las interacciones diarias entre los colegas, evitando cualquier tipo de lenguaje peyorativo». Este comentario subraya la importancia de educar a los estudiantes y al personal en la necesidad de mantener un ambiente de respeto y consideración en todos los ámbitos dentro de la escuela.
La lucha contra la intimidación no solo se inicia con grandes discursos, sino que comienza con pequeñas acciones que, en conjunto, pueden transformar la realidad de muchos. A través de este esfuerzo colaborativo, se busca crear espacios seguros donde todos los estudiantes se sientan valorados, protegidos, y sobre todo, respetados por sus compañeros y educadores.
El objetivo es claro: reducir al mínimo cualquier tipo de violencia en los entornos escolares. Para lograr esto, se están proporcionando estrategias a los jóvenes que fomenten un sentido de conciencia y atención, con el fin de erradicar todas aquellas expresiones que puedan tener un impacto negativo en las personas. Este es un desafío que requiere el esfuerzo de toda la comunidad educativa.
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