Componente presidencial: los expertos advierten el peligro autoritario y la falta de apoyo legal – – Noticias ultima hora

La posibilidad del Presidente de la República para convocar una congregación electoral con un mecanismo similar a la séptima votación fue calificada como «legalmente imposible» y una amenaza para la estabilidad institucional. Esto fue encontrado por expertos ex -musicales y constitucionales reconocidos durante el panel «consultas universales en Mira: problemas constitucionales y desafíos institucionales», realizados por la Universidad de Rosario, en el que acordaron advertir que la participación de los ciudadanos está instrumentalizada con fines políticos, sin el apoyo legal o las inspecciones necesarias.

El ex juez y ex presidente del tribunal constitucional Antonio Lizarazo fue abrumador: «Estamos amenazados con un proyecto autoritario que ya se está implementando. Si no estamos frente a él por la ciudadanía, Columbia lo lamentará». En la intervención energética, señaló que el gobierno abandonó su deber de gobernar la dedicación solo de la campaña y advirtió sobre el riesgo de repetir la repetición del país de errores de regímenes autoritarios en la región.

Luis Guillermo Guerrero, también ex juez y ex presidente del Tribunal Constitucional y director del Departamento de Derecho Público de la Universidad Javeria, dijo que el problema no es la cifra del ingrediente mismo, que se proporciona en la Carta 91 como una herramienta democrática justificada, sino un intento de activarlo fuera del canal institucional. «La propuesta del presidente es legalmente imposible. El mecanismo se prevé en la Constitución, pero debe someterse a un derecho del Congreso con una mayoría calificada. Fingir evitar este camino causa una reacción institucional justificada», dijo.

Guerrero recordó que la Constitución no prohíbe la llamada de la Asamblea de Componentes, pero establece claramente las condiciones en las que esto se puede hacer, incluida la aprobación de la ley formal y la consulta para las personas. Advirtió que la omisión de estos pasos debilita las cartas del juicio y erosiona el principio de separación del poder. «El problema no es un ingrediente. Esta es una forma, es una forma. Si el director decide imponerlo fuera del procedimiento acordado, el equilibrio institucional se rompe y el pulso político innecesario es generado por el Congreso y otros departamentos de la autoridad pública», concluyó.

Desde un punto de vista crítico, el ex juez y ex presidente de la corte constitucional Alejandro Linares dijo que el votante electoral puede tener un propósito más electoral que legal: «Lo que Petro quiere es un gancho para el Senado. Todos sabemos que la votación no se apodera de un punto de vista legal, pero puede movilizar las voces». Agregó que en cualquier caso la cuestión de los derechos debe ser examinada a fondo por el Tribunal Constitucional y el Consejo de Estado.

María Andrea Calero Tafur, titulada del Consejo Estatal y el Consejo Electoral Nacional y profesora de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Rosario, analizaron el tema del control sobre los archivos políticos desde la controvertida y administrativa perspectiva. Explicó que aunque tales decisiones se excluyeron tradicionalmente de la revisión de la corte, el art. 104 del Código de Controversia Administrativa y Administrativa (CEPACA), extendió la competencia de la jurisdicción para aprender sobre estos actos, siempre que esto se haga mediante medidas de control establecidas.

Sin embargo, advirtió que este control no puede extenderse a valoraciones políticas o convenientes, pero estrictamente limitó sus elementos legales. «Si encontramos que un concepto negativo conlleva una decisión sobre la conveniencia, no puede ser integral, pero único y estrictamente en términos de componentes legales», dijo. Su intervención planteó un llamado a una interpretación exhaustiva del alcance de la revisión judicial, especialmente cuando se trata de las decisiones del contratista que intentan evitar los canales constitucionales.

En las mismas líneas de Martha Sáchic, el ex secretario del Tribunal Constitucional y un profesor de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Rosario, enfatizó que el control de la constitucionalidad no puede entenderse como una simple formalidades, sino como una seguridad democrática fundamental. En su discurso, enfatizó que cada ejercicio de la participación de los ciudadanos debe formularse por el conocimiento legal, la consideración consciente y el respeto por los procedimientos establecidos. «La participación no puede separarse del contexto, el conocimiento y las consecuencias legales», dijo, enfatizando el papel de las universidades en la creación de la ciudadanía crítica. También advirtió que la trivialización de los mecanismos de reforma o ignorando las formas proporcionadas por la Constitución puede socavar la identificación del orden institucional: «La tarifa de las formas puede ser un pacto constitucional».

Por su parte, el profesor Héctor Rojas de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Rosario propuso una reflexión de la teoría constitucional moderna. Él cuestionó la ligereza con la que se decía que convocaba una asamblea de componentes de la gerencia, señalando que tales propuestas, cuando no provienen de las personas, sino del poder del gobierno, envían señales inadecuadas sobre la estabilidad del pacto constitucional. «Si voy a reconstruir la cocina, no tengo toda la casa», dijo gráficamente para ilustrar la desproporción de la transición al mecanismo más abrumado sin agotamiento de las rutas de reforma ordinarias.

Agregó que uno de los principios básicos de cada constitución es el establecimiento de la durabilidad, con procedimientos de precisión reforzados para evitar que lo manipule de acuerdo con la situación política. «Las constituciones deben durar. Deben poder evolucionar, sí, pero con criterios legales claros y deliberaciones democráticas serias», concluyó.

El panel fue moderado por Cristina Pardo Schlesinger, decana de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Rosario, quien abrió una discusión enfatizando la importancia del equilibrio entre la democracia participante y la certeza legal.

El evento tuvo lugar en el auditorio del jinete de la Universidad de Rosario con las palabras de la bienvenida del rector cualquier Isabel Gómez, quien dijo: «La Universidad está obligada a promover esas reuniones en las que el conocimiento y la experiencia legal están al servicio del país».

El día fue confirmado por la participación de la Universidad de Rosario en el riguroso y plural número de grandes debates legales que sufren democracia colombiana. Como institución de un abogado de cortina, la universidad promueve lugares críticos para discutir, en los cuales la experiencia, el conocimiento académico y la reflexión colectiva sobre la presencia y el futuro del estado de derecho escapará. Estas reuniones no solo enriquecen la capacitación de los estudiantes, sino que también contribuyen al fortalecimiento institucional del país desde la universidad.

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