El mundo está en suspenso debido a la escalada de la confrontación de la guerra entre Israel e Irán, un conflicto antiguo, cuya implosión tendrá un impacto directo e indirecto en la economía colombiana, especialmente en relación con las fluctuaciones de los precios internacionales del petróleo y el combustible, que es un factor clave para su papel en la exportación y el equilibrio comercial.
Después del ataque de Israel contra los objetos nucleares en Irán, se disparó el precio del petróleo, alcanzando más de 78 USD por un barril, lo que no ha sucedido durante meses. Esto se debe al hecho de que los mercados temen que el conflicto interrumpa el suministro de petróleo del Medio Oriente, una región clave para la producción y el transporte en bruto. Además, esto puede verse afectado por el estrecho de Ormuz, en el que puede afectar una gran parte del petróleo mundial, lo que causa incertidumbre y puede causar el precio del gas y otros combustibles en Colombia. Esto significa que el transporte y la producción finalmente afectan el dinero gastado por las familias.
Aunque Colombia no es uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo, depende en gran medida de la producción y venta de petróleo y sus derivados. En 2024, estos productos constituyeron alrededor del 30% de las exportaciones en el país. Sin embargo, la producción local cayó, y en los primeros meses de 2025 hubo menos barriles de petróleo que en el año anterior. Esta situación limita la capacidad de Colombia para usar altos precios del petróleo e incluso puede afectar los ingresos e inversiones del gobierno en el sector energético.
Por otro lado, el precio del petróleo puede ser bueno para Colombia en una perspectiva a corto plazo, porque su exportación vale una mayor cantidad y mejora el equilibrio comercial, pero este beneficio puede verse eclipsado por la inflación, lo que causa un aumento en los costos de combustible y energía, lo que afecta a las empresas y a los consumidores. Además, la incertidumbre política puede causar que los inversores extranjeros sean más cautelosos y que los proyectos petroleros son más caros.
En general, el rápido crecimiento y la disminución en los precios del petróleo presionan la inflación en Colombia, que ya enfrenta desafíos y complica la gestión de la economía por parte del banco de la República. Si los combustibles siguen siendo caros durante mucho tiempo, puede ralentizar la recuperación económica, y los sectores importantes como la industria y el transporte pueden perder su competitividad.
En resumen, el conflicto entre Israel e Irán afecta a Colombia principalmente a través de los precios del petróleo, con ventajas y desventajas: puede aumentar los ingresos por exportaciones, pero también aumentar su costosa vida y complicar la economía. Es por eso que es importante que el país se esfuerce por diversificar su economía y reducir la dependencia de los combustibles fósiles para prepararse mejor de estos cambios.
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