Él GUSTO GUSTRO GUSTAVO PETRO Se estableció el lunes 1 de septiembre antes del Congreso de la República, un ambicioso proyecto de reforma fiscal, también llamado Ley financiera para 2026– para coleccionar 26.3 mil millones de pesos (Alrededor de $ 6.3 mil millones). Esta es la tercera reforma presentada durante su mandato, después de la inicial exitosa y no exitosa a fines de 2024.
La propuesta considera 86 artículos y contiene un amplio espectro de fondos dirigidos a sectores estructurales altos y económicos:
- Aumento de impuestos A las entidades financieras (la carga fiscal puede aumentar del 40 %al 50 %), así como los hidrocarburos y las compañías de carbono, incluidos impuestos adicionales hasta el 15 %.
- IVA 19 % En plantas en línea, productos dañinos como el alcohol y el tabaco, así como los eventos culturales o deportivos con tarjetas de votación por encima de una cierta cantidad (de 470,000 a USD 500,000).
- Impuestos verdes: Impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono (desde 2026 y completamente en 2029) e impuestos sobre gasolina, ACPM y biocombustibles, que incluyen el IVA inicial al 10 %y luego el general. El impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono es de USD 42,609 por tonelada, lo que significaría un aumento estimado de USD 384 por galón de gasolina.
- Impuestos adicionales: Mayores impuestos sobre bebidas alcohólicas, cigarrillos, altos ingresos, patrimonio, ganancias ocasionales; se lleva a las iglesias para actividades comerciales; IVA para plataformas digitales extranjeras; y acentos progresivos en vehículos híbridos (aumentarían del 5 % al 19 %).
Ministro de Finanzas, Germán ÁvilaDefendió la iniciativa como una estrategia de garantía a largo plazo para la estabilidad fiscal y macroeconómica, sin afectar la canasta familiar y se centra en aquellos que tienen mayores ingresos.
Sin embargo, la propuesta enfrenta una fuerte resistencia política. El Congreso está fragmentado, con bloques de oposición (como un centro democrático), que aumentan el rechazo principal de las cargas fiscales más altas. Hay serias dudas sobre su aprobación antes del 15 de septiembre, y las voces advierten que, si no la floración, se generará una nueva deuda o un escenario presupuestario específico, como fue el caso en 2024.
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