

No es ningún secreto que, en los últimos años, el costo de los automóviles ha aumentado considerablemente. De hecho, los precios de los automóviles han experimentado un notable incremento. Este es un problema que discutimos en hace aproximadamente dos años. Aunque la crisis de los semiconductores ha disminuido, los costos asociados a la conservación de un automóvil no han tenido una disminución significativa.
Este asunto ha impactado incluso en los vehículos de segunda mano, cuyos precios también han disparado sus valores. Esta problemática se ha generalizado a nivel internacional debido a la escasez de componentes, lo que ha llevado a que millares de vehículos, como los de Ford, se vean afectados por la falta de estos elementos pequeños pero cruciales.
Hoy en día, la situación ha comenzado a normalizarse. Ya no es necesario esperar más de un año para poder adquirir un automóvil, y hay individuos que logran saltarse la lista de espera para modelos de Tesla. De hecho, la compañía ha ajustado sus precios según la demanda de los vehículos.
Sin embargo, hay un aspecto que sigue sin mostrar cambios significativos. El precio de los autos todavía permanece elevado. ¿Pero cuánto es realmente ese alto precio? Vamos a comparar la situación actual con la de hace algunos años.
Un año salarial
¿Vamos a analizar cómo era la situación hace medio siglo?
Uno de nuestros socios, L’Amobile, ha realizado un estudio que afirma que adquirir un Citroën 2CV en 1975 era mucho más complicado que tener un Citroën C3 en 2025. No obstante, varios medios franceses han criticado el estudio, señalando que no se tomaron en cuenta factores como el costo promedio de la vivienda.
¿Estamos en la misma situación en España?
Para nuestro análisis, utilizaremos datos sobre salarios mínimos oficiales y precios de vehículos como punto de partida. Según los datos reflejados por el BOE, el salario mínimo en 1975 era de 8,400 pesetas anuales. Esto significa que cada mes, después de 14 pagos sumados al final del año, se alcanzaba un total de 117,600 pesetas.
Este año, según los datos recopilados por Toro, el precio de un Citroën 2CV-6 era 123,088 pesetas. En enero de 1974, en Carretera se describió esta versión con las siguientes palabras:
«Sin entrar en la discusión de si los 2 caballos de fuerza deben considerarse un automóvil o simplemente un primo lejano, la realidad es que este fue el vehículo más asequible del mercado y, según la leyenda, el que tenía un consumo más económico».
Con esos datos, un español que percibe el salario mínimo necesitaba 14.65 pagos para poder costear el vehículo. Esto implica que, a pesar de tratarse del automóvil más barato del mercado, se necesita un esfuerzo equivalente a un año de trabajo para adquirirlo.
Hoy en día, el auto más barato de Citroën, el C3, tiene un precio de 15,740 euros, según el configurador de vehículos. Para 2025, el salario mínimo interprofesional se establece en 16,576 euros, con el último incremento. Considerando esto, un empleado necesita 13.29 pagos para adquirir un Citroën C3, lo que significa que, en comparación con hace 50 años, se trabaja menos tiempo para obtener un vehículo similar.
Cuando buscamos también el automóvil más asequible del mercado, en la base de datos de KM77, encontramos que el Dacia más básico tiene un precio de 13,940 euros. Esto implica que un trabajador tiene que dedicar aproximadamente 11.77 pagos, lo que significa que se necesitan menos de doce pagos para adquirir este vehículo.
Es importante tener en cuenta que estos datos comparan los precios «en bruto», sin considerar otros costos asociados con la compra y el mantenimiento de un vehículo. Sabemos que en 1975, el modelo más vendido en España era el Seat 127, que costaba 166,290 pesetas, equivalente a 19.79 pagos de un trabajador con salario mínimo.
Los datos indican que el comprador español ha adquirido un coche 135% más caro en comparación con el modelo más asequible del presente. En 2024, el automóvil más popular fue el Dacia Sandero, con 32,994 unidades vendidas, superando por más de 10,000 unidades al Toyota Corolla. Esto nos ofrece una idea del tipo de automóvil que busca el consumidor español en 2025.
Teniendo en cuenta lo anterior, es necesario agregar factores como el costo de la vivienda. Si bien no hemos encontrado un estudio que mida la inflación de la adquisición de viviendas en 1975, en hemos investigado el desarrollo de los precios a lo largo de los años. Por ejemplo, los precios de los inmuebles son ahora notablemente más altos que en los años de la burbuja inmobiliaria. Aunque esto es un fenómeno deformado por la inflación, un estudio que repetimos muestra que un apartamento hoy en día cuesta 3.5 veces más que en 1980.
Una comparación adicional realizada por Bankinter indica que, en 1987, una familia necesitaba el equivalente a 2.9 años de salario para poder adquirir un apartamento, mientras que en 2023, esta cifra ha aumentado a entre 7.3 y 7.5 años. Estos datos justifican el porqué, si un automóvil requiere un esfuerzo similar, el coche más vendido en España resulta ser más accesible que hace cinco décadas.
Foto | Citroën y Dacia
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