China rescató a Santana del ocaso.

Al igual que Lamborghini, la historia de Santana se caracteriza por su evolución desde un fabricante agrícola a un destacado productor de automóviles. Esta empresa española, que alcanzó su apogeo colaborando con renombradas marcas como Land Rover y Suzuki, finalmente cerró sus puertas en el año 2011, marcando el fin de una era.

Sin embargo, la evolución del mercado automotriz ha traído nuevos aires con la intervención de algunos conglomerados chinos que tienen grandes planes para las marcas españoles. Por ejemplo, Chery ha revivido la emblemática marca Ebro, y ahora otras empresas como Zhengzhou Nissan Automobile y Anhui Coronet están listas para traer de vuelta a la vida a Santana.

Hecho en Jaén. La historia da un giro interesante con la noticia de que Motores de Santana ha cerrado una alianza con Zhengzhou Nissan Automobile. Esta empresa conjunta, formada por Dongfeng Motor y Nissan, junto con Anhui Coronet, apunta a revitalizar la producción de vehículos en España, concretamente en Jaén. Con una inversión inicial de cinco millones de euros, se proyecta la creación de hasta 200 empleos en la región, reavivando no solo la marca, sino también la economía local.

Las compañías chinas han identificado a España como un punto estratégico para establecerse y evitar los aranceles que implica la importación de vehículos. Esto es parte de una estrategia más amplia que busca la preservación y revitalización de marcas tradicionales del país.

Una breve revisión histórica. La historia de Santana se remonta a 1956, cuando la empresa, bajo el nombre original de Santa Ana, comenzó enfocándose en la producción de tractores y maquinaria agrícola. Con el paso del tiempo, en 1961, formalizó una importante alianza con Land Rover, permitiéndole fabricar vehículos bajo su licencia, lo que resultó en la creación del legendario Land Rover Santana. Esta colaboración no solo marcó el inicio de su aventura en el sector automotriz, sino que también llevó a la empresa a cambiar su nombre a Santana Motor, iniciando así la producción de sus propios modelos basados en la tecnología de Land Rover.

Suzuki, para fabricar modelos muy populares, como el conocido Samurai, además de desarrollar sus propios vehículos, como el Santana 3000, basado en la clásica Suzuki Vitara. Sin embargo, tras un declive en la producción y una disminución en la demanda de vehículos a partir del año 2000, la falta de éxito comercial y el fin de su asociación con Suzuki en 2009 llevaron a Santana a declararse en bancarrota en 2011.

La danza de los nombres chinos. En 1993, Nissan Motor (el conocido fabricante japonés de automóviles) se unió a Zhengzhou Light Vehicle Co. y Citic Group para fundar una empresa conjunta: Zhengzhou Nissan Automobile Co., Ltd. (ZNA). Esta alianza se estableció con el objetivo de construir y comercializar vehículos en China y expandir la presencia de Nissan en el mercado asiático.

Un cambio significativo ocurrió en 2017, cuando Dongfeng, uno de los mayores fabricantes de automóviles en China, adquirió la participación mayoritaria de ZNA. Este movimiento permitió a Nissan acceder a capacidades de producción más robustas en China, apoyándose en la infraestructura local y facilitando el lanzamiento de nuevos productos, incluido el último modelo eléctrico, el N7.

Qué hará a Santana. A pesar de que la marca ahora está bajo nuevas manos, Santana está lista para mantener su esencia. Históricamente, los vehículos 4×4 robustos han sido su principal atractivo, y ahora se espera que la producción en Jaén incluya automóviles equipados con tecnología de hibridación enchufable (PHEV) y versiones diésel, aunque aún no se han especificado detalles sobre los modelos exactos que se lanzarán al mercado.

Los equipos de Santana Motors, junto a Zhengzhou Nissan Automobile y Anhui Coronet, tienen la ambición de superar las expectativas en Europa, África y América, llevando la marca nuevamente al reconocimiento internacional que alguna vez tuvo.

Sigue los pasos de Ebro. El regreso de Santana al mercado automotriz evoca la historia del fabricante español Ebro. Chery Motors ha revivido esta compañía, que opera ahora en alianza con las instalaciones de Nissan en Barcelona. Ebro, que nació en 1954, experimentó su auge en la década de 1970 antes de disolverse a fines de la década de 1980.

China ha influido considerablemente en el panorama europeo, logrando que España no apoye iniciativas de penalización arancelaria contra China desde la Unión Europea. Este cambio podría dar lugar a un contexto más favorable para la repatriación de parte de la producción industrial al territorio español.

Imagen | Jwvein

En | Ebro S700, Primeras impresiones: Ebro nació con un automóvil simple (y chino) lleno de equipos para luchar por el precio

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