Aquí tienes una versión con sinónimos: Su separación con la NASA se reduce.

China ha fijado su objetivo de establecerse en la Luna para el año 2030, lo que representa un retraso de casi cinco años con respecto a la fecha originalmente planeada por la NASA para llevar a la primera mujer a la superficie lunar. Este desajuste en el cronograma evidencia que los planes de la NASA han experimentado retrasos significativos, mientras que China mantiene su avance. Esta situación pone de manifiesto que la ventaja histórica de Estados Unidos en la nueva carrera espacial se ha reducido considerablemente, dejando el camino abierto para una competencia aún más intensa.

Contexto. Entre los años 1969 y 1972, la NASA llevó a cabo un total de seis misiones del programa Apolo, donde 12 hombres caminaron sobre la superficie lunar. Estas ambiciosas misiones, que emplearon el poderoso cohete Saturno V, culminaron en un éxito rotundo. Durante estas expediciones, los astronautas viajaron en un módulo de comando que orbitaria alrededor de la luna, descendiendo a su superficie con un módulo de aterrizaje y regresando con muestras del satélite, así como con un invaluable conocimiento sobre el espacio y la tecnología de exploración.

En comparación con el histórico programa Apollo, el nuevo programa Artemisa de la NASA tiene como objetivo facilitar un retorno más sostenido a la luna mediante la utilización del nuevo cohete SLS, junto a la cápsula Orión para tareas relacionadas con el satélite. También se contempla el uso de una flotilla comercial liderada por SpaceX para facilitar el transporte y otras operaciones. Sin embargo, el hecho de que este sistema todavía esté en fase de desarrollo es una de las razones detrás de los retrasos en la misión Artemis III, que, según las proyecciones actuales, no se llevará a cabo antes de 2027.

Dos cohetes para dos barcos. A pesar de que China’s planes a largo plazo son tan ambiciosos como los de los Estados Unidos, que incluyen la creación de una base lunar tripulada como trampolín para misiones futuras a Marte, esta nación oriental planea realizar sus misiones con una arquitectura significativamente más sencilla que la de Artemis III.

China implementará esta estrategia mediante el lanzamiento sucesivo de dos cohetes CZ-10 diseñados por la compañía estatal CASC. El primer cohete despegará con la nave Mengzhou, que transportará a tres astronautas. Posteriormente, un segundo lanzamiento llevará a Lanyue, la nave que orbitara en la luna y se acoplará a Mengzhou para facilitar el descenso de dos de los astronautas a la superficie lunar, dejando a uno de ellos orbitando.

Se menciona una imagen publicada en Baidu, en la que se abordan las cinco aperturas del cohete CZ-10

El calendario lunar chino. La cronología de la misión lunar de China ha comenzado a tomar forma, particularmente después de la filtración de información en un canal de Baidu, donde se anunciaron detalles sobre el lanzamiento de las misiones. Esta información sugiere que el primer aterrizaje de astronautas chinos en la luna tendrá lugar durante la quinta misión del cohete CZ-10, la cual se espera que sea precedida por una misión inicial no tripulada llamada Y1 programada para 2027. El primer CZ-10 será crucial para llevar la nave Mengzhou a la luna.

La secuencia de misiones programadas para los años siguientes es igualmente fascinante. Para 2028, es probable que China lance al menos dos CZ-10 adicionales: la misión Y2, que involucra un vuelo del primer barco Lanyue vacío, y la misión Y3, que introducirá un segundo barco Mengzhou, este último llevándolos a bordo a los astronautas que darán vuelta alrededor de la luna.

Dos opciones. Esta misión tiene como objetivo probar plenamente el sistema: ambos barcos estarán acoplados y posteriormente desacoplados en la órbita lunar, mientras que al menos uno de ellos llevará a los astronautas. Sin embargo, Lanyue realizará un descenso vacío a la superficie para demostrar la seguridad del proceso.

Es posible que la prueba se lleve a cabo incluso junto a la misión Y1, donde el primer Lanyue se acoplaría al primer Mengzhou (ambos sin equipo), aunque tal estrategia conlleva riesgos significativos y podría resultar arriesgada para la misión gloriosa.

El Apolo 11 de China. Finalmente, la ambiciosa misión Y4, que se espera no antes de 2029, impulsará un barco de cordón que ya está confirmando su uso con tripulación. Poco tiempo después, la Misión Y5 se lanzará con el barco Mengzhou, llevando a tres astronautas, incluidos los dos primeros ciudadanos chinos que caminarán sobre la superficie lunar. Este histórico momento posicionará a estos astronautas como los Neil Armstrong y Buzz Aldrin de China, un hito monumental que no solo subrayará la competencia espacial, sino que también marcará un avance significativo para la nación, especialmente si Artemis III continúa enfrentándose a más obstáculos y el sueño de la primera mujer en poner pie en la luna sigue vigente.

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