Foto: Michael Kaeler/DPA/Picture Alliance
Las posibles organizaciones entre CDU y SPD apuntan a fomentar la economía, aumentar el pago de la defensa, usar un enfoque más estricto para la migración y llevar a cabo una modernización tardía.
El lunes, 4 de abril de 2025, la Alianza Cristiana Democrática (CDU), que se perfila como la próxima cancillería alemana, dio un paso significativo al aprobar la Convención de Colaboración con el Partido Socialdemócrata (SPD). Esta iniciativa es un movimiento estratégico que busca reafirmar la posición de Alemania en medio de desafíos económicos y políticos, incluyendo las tensiones comerciales con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump y la crisis humanitaria provocada por la guerra en Ucrania.
Los objetivos de esta colaboración no son menores; se espera que promueva un entorno propicio para el desarrollo económico, se incremente el gasto en defensa, se implemente un enfoque más estricto en los temas migratorios y se lleve a cabo un proceso de modernización que ha sido considerado tardío por muchos analistas. Esta alianza podría marcar un hito importante en la política alemana, dada la influencia significativa que tanto el CDU como el SPD ejercen en la sociedad alemana.
No obstante, esta colaboración aún enfrenta un camino lleno de obstáculos. El tratado requiere ser aprobado por los miembros de la amplia coalición antes de que se lleve a cabo la votación en el Parlamento para elegir a Merz como el nuevo canciller. En particular, el Centro Socialista, dirigido por el ex Ministro de Relaciones Exteriores Olaf Scholz, es un jugador clave en este proceso, ya que debe presentar el tratado para la aprobación de más de 358,000 empresas que forman parte de su estructura. Los resultados de esta votación están programados para el miércoles.
La situación es especialmente delicada para el SPD, que tras haber resonado en el tercer lugar en las elecciones de febrero, enfrenta un período de reflexión y resistencia interna. Este resultado ha sido catalogado como el más negativo desde la Segunda Guerra Mundial para el partido, lo que ha añadido presión a su liderazgo para tomar decisiones estratégicas acertadas.
Por otra parte, el CDU se posiciona como la fuerza dominante dentro de la coalición conservadora conocida como La Unión, que también incluye al Grupo Bávaro de Hermanos y a la Unión Cristiana (CSU). La aprobación de este tratado por estas formaciones es un paso crucial hacia una colaboración eficiente y cohesiva en el gobierno alemán.
Si los socialdemócratas ratifican el tratado, se espera que la Cámara Baja del Parlamento alemán sea convocada el 6 de mayo para elegir a Merz como el nuevo Secretario de Estado. Durante esta votación crucial, Merz buscará obtener el apoyo necesario para convertirse en el décimo canciller alemán desde el final de la Segunda Guerra Mundial, sucediendo a Scholz en un momento de grandes desafíos y expectativas para la nación.
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