El expresidente, recientemente absuelto en un juicio por soborno y fraude procesal, confirmó que estaría en la lista cerrada del Centro Democrático. Su regreso marca un nuevo capítulo en la política colombiana.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez, una de las figuras más influyentes y controvertidas de la política colombiana de las últimas décadas, ha anunciado oficialmente su regreso a la carrera electoral. El líder del Centro Democrático confirmó que será candidato al Senado en las elecciones legislativas de 2026, ocupando el puesto 25 en la lista cerrada de su partido.
Un regreso que provoca reacciones encontradas
La declaración se produce tras la anulación de su condena por los delitos de soborno de testigos y fraude procesal, tras un juicio que lo aisló de la actividad política durante años. Al conocer la decisión, Uribe afirmó que su intención no era buscar publicidad sino apoyar al nuevo liderazgo de su comunidad.
“Mi objetivo es acompañar, promover y fortalecer a los jóvenes que representan el futuro del Centro Democrático y del país”, dijo el expresidente durante una conferencia de prensa.
Sin embargo, su regreso reavivó el debate nacional. Mientras sus partidarios celebran el regreso de alguien a quien ven como un modelo de orden y seguridad, sus críticos advierten que su presencia podría profundizar la polarización política que Colombia ha experimentado durante más de una década.
Carrera y controversia
Uribe Vélez, presidente de la república de 2002 a 2010, ya ha ocupado tres cargos en el Congreso. Su legado político está marcado por avances en seguridad durante su gobierno, pero también por controversias sobre abusos de derechos humanos, interceptaciones ilegales y casos de corrupción que involucran a ex funcionarios de su administración.
Pese a ello, su figura sigue teniendo gran importancia en la opinión pública y el electorado conservador. El anuncio de su candidatura fue percibido por los analistas como un intento de reposicionar el Centro Democrático de cara a las elecciones de 2026, en un contexto de pérdida de fuerza frente a otras tendencias políticas.
¿Un regreso al pasado político?
Con este anuncio, el expresidente quiere repetir su protagonismo en el Congreso, aunque para muchos sectores su regreso significa una vuelta a un pasado político que Colombia lucha por superar. El debate sobre su influencia, liderazgo y legado estará en la agenda pública de los próximos meses.
De ser elegido, Uribe Vélez volverá a ocupar su escaño en el Senado, iniciando así un nuevo capítulo en una carrera política que no terminará pero que parece renovarse con el paso del tiempo.
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