El presidente de la Asamblea de Tolima, Giovanny Molina, ha emitido una firme y preocupante advertencia sobre la creciente inseguridad que azota el departamento. En sus declaraciones, criticó con vehemencia la escasez de apoyo gubernamental en este contexto crítico. «Las tropas generales hoy hacen lo que puedan, no lo que quieras», argumentó Molina, subrayando la insatisfacción en torno a la respuesta estatal ante la crisis de seguridad. En un alarmante giro de los acontecimientos, también reveló que las fuerzas militares han experimentado una drástica reducción en su presupuesto, con un impacto negativo que supera el 40%. Esto plantea serios interrogantes sobre la capacidad de las fuerzas armadas para mantener el orden y proteger a los ciudadanos.
La situación ha llevado a Molina a solicitar no solo una mayor asistencia institucional por parte del gobierno, sino también a instar a los ciudadanos a que expresen sus quejas, sobre todo en lo que respecta a la extorsión, un fenómeno que se ha intensificado en la región. Esta clase de criminalidad no solo afecta la economía local, sino que también genera un clima de miedo y desconfianza entre la población. “Es fundamental que los ciudadanos alcen su voz y reporten estos delitos. Juntos, podemos crear un frente unido contra la extorsión y el crimen organizado”, afirmó Molina, apelando al sentido de comunidad y solidaridad entre los habitantes del departamento.
Molina también abordó el papel de los alcaldes en esta problemática, quienes, según él, «pusieron el cofre en una brisa», lo que sugiere que las autoridades locales no han estado a la altura de las circunstancias en este complicado panorama. La colaboración entre el gobierno central, las autoridades locales y la ciudadanía es esencial para poder enfrentar adecuadamente los retos que plantea la inseguridad. Las palabras del presidente de la Asamblea resuenan como un llamado a la acción, resaltando la necesidad de que todos los sectores involucrados trabajen en conjunto para erradicar la violencia y el miedo de las comunidades.
La inseguridad, que ha ido en aumento en Tolima, no solo afecta la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también impacta de manera considerable la inversión y el desarrollo económico de la región. Iniciativas que podrían aportar al crecimiento y la mejora de la calidad de vida están siendo paralizadas debido a la situación crítica de seguridad. Por ello, la preocupación de Giovanny Molina no solo es válida, sino urgente.
En conclusión, el análisis del presidente de la Asamblea de Tolima es un reflejo de una realidad que múltiples departamentos del país enfrentan en la actualidad. Es indispensable que se implementen estrategias efectivas y de largo plazo para garantizar la seguridad de los ciudadanos y promover un ambiente de estabilidad y paz, algo que no solo beneficiaría a Tolima, sino también al país en su conjunto. Las voces de quienes sufren a causa de la inseguridad deben ser escuchadas y atendidas con la seriedad que la situación merece.
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