Elon Musk solicitó tranquilidad y respalda las acciones de Tesla. De lo contrario, su presidente lo hizo y obtuvo $230 millones.

En un periodo crítico para Tesla, que enfrenta una caída de ingresos y desafíos en su reputación, Robyn Denholm, presidenta de la Junta de Directores de la compañía, ha sido objeto de un escrutinio considerable. Su reciente decisión de vender una parte considerable de sus acciones en Tesla ha captado la atención tanto de inversores como de analistas del mercado, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la estabilidad financiera de la empresa.

En medio de esta tormenta financiera, donde la confianza en el fabricante se encuentra en un punto de quiebre, Denholm logró deshacerse de acciones valoradas en aproximadamente $230 millones. Esto ocurrió en un contexto en el que Elon Musk, el director ejecutivo de Tesla, instó a sus inversores a mantener sus participaciones. La situación presenta una contradicción notable: mientras la compañía lucha por consolidar su reputación y asegurar la confianza de los clientes y mercados, la presidenta de la Junta toma decisiones que podrían interpretarse como un voto de desconfianza hacia la salud futura de Tesla y su destino.

Ventas millonarias en medio de una crisis total. Según un informe de Associated Press, Denholm vendió más de $230 millones en acciones de Tesla después de que Elon Musk expresó su respaldo a Donald Trump, lo que intensificó la controversia en torno a la reputación de la compañía. En los primeros cuatro meses del año 2025, una fracción importante de esta cantidad fue recibiendo, justo antes de que las acciones de Tesla sufrieran una caída significativa en su valor, alcanzando una pérdida del 71% en sus beneficios.

Pequeño vínculo para acciones. Un aspecto crítico de cómo los ejecutivos, y en particular los miembros de la junta directiva de Tesla, son compensados radica en la estructura de sus salarios, que en gran medida se basa en acciones. Este diseño busca alinear sus beneficios económicos con el éxito de la compañía que representan. Sin embargo, cuando un ejecutivo opta por liquidar acciones durante un tiempo de crisis, envía un mensaje inequívoco: algo grave está ocurriendo.

De acuerdo con un artículo del New York Times, desde que Denholm asumió la presidencia de la Junta de Directores de Tesla a finales de 2018, ha vendido acciones por un total de 530 millones de dólares y ha deshecho más de 1.4 millones de acciones, lo que representa más de la mitad de su participación en la empresa. La mayoría de estas ventas coincidieron con planes de venta que fueron presentados en julio de 2024, justo en el mismo periodo donde la controversia en torno a Musk comenzó a crecer y las turbulencias para Tesla se hicieron evidentes.

Contradicciones frente al mensaje de Musk. Aunque la transacción de acciones de Denholm es completamente legal, el momento de esta acción genera dudas sobre su confianza en el futuro de Tesla. La decisión de vender acciones de forma masiva contrasta drásticamente con el mensaje que Musk entregó a sus empleados en marzo del año pasado, donde instó a que «mantuvieran sus acciones» y que no las vendieran, proyectando un futuro «brillante y emocionante» para la compañía, a pesar de que el precio de las acciones no lograra estabilizarse.

En medio de intentos de Musk de calmar a la plantilla y a los inversores más pequeños con afirmaciones rotundas como «les digo que mantengan sus acciones», Denholm optó por deshacerse de una parte significativa de sus activos en la compañía, lo que envía un mensaje contradictorio tanto al mercado como a sus accionistas minoritarios.

Controversia en su gestión. La gestión de Denholm como presidenta de la Junta de Tesla ha estado marcada por críticas antes de su reciente venta masiva de acciones. Se le ha acusado, junto con otros miembros de la junta, de no proteger adecuadamente los intereses de los accionistas, especialmente notable durante el proceso de aprobación de las decisiones estratégicas de Elon Musk.

Según Reuters, en julio de 2023, Denholm y otros ejecutivos de Tesla llegaron a un acuerdo para regresar $735 millones, tras haber sido acusados de otorgar compensaciones excesivas que beneficiaron en gran medida sus propias posiciones dentro de la empresa, lo que presentaba una imagen de una administración más enfocada en su propio beneficio que en los intereses de los accionistas en general.

El 1 de mayo de 2025, Tesla canceló los derechos sobre paquetes de acciones de Denholm y otros ejecutivos como parte del pago de esta sanción.

En | La carta de los empleados de Tesla solicitando la actitud de Elon Musk resultó en despidos. No era el de su CEO.

Imagen | Wikimedia Commons (CEBIT Australia), Tesla

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