Washington afirma que en Cuba tiene «al menos 11 fugitivos de los Estados Unidos en Cuba». Donald Trump ha aumentado la presión sobre la isla desde el regreso al poder
14. Mayo de 2025. El gobierno de los Estados Unidos anunció el regreso de Cuba en la lista de países que «no cooperan completamente con los esfuerzos antiterroristas». Esta decisión, previsiblemente, conducirá a la imposición de nuevas sanciones hacia la isla. Donald Trump, tras su regreso a la Casa Blanca para un segundo mandato, ha intensificado la presión sobre Cuba. Desde el 20 de enero, su día de toma de posesión, Trump ya había comenzado a revertir la decisión de su predecesor, el demócrata Joe Biden, quien había eliminado a Cuba de la lista de países que apoyan al terrorismo.
El Ministerio Cubano de Asuntos Exteriores respondió a estas afirmaciones argumentando lo contrario y acusando a Estados Unidos de no cooperar. «Aquellos que se niegan a cooperar con Cuba y otros países en la lucha contra el terrorismo han demostrado su falta de compromiso», dijo el vicepresidente de asuntos exteriores cubanos, Carlos Fernández de Cossío, a través de la red social X. «La historia de la complicidad y la participación de las agencias de gobierno estadounidense en actividades terroristas está bien documentada».
Cuba «no cooperó completamente»
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, confirmó que en su opinión, «en 2024, el régimen cubano no cooperó completamente con los Estados Unidos en temas relacionados con el terrorismo». La inclusión de Cuba en la lista de «países que no cooperan completamente» (NFCC, por sus siglas en inglés) implica una prohibición de permisos de ventas o aprobación para artículos de exportación y servicios de defensa en Cuba. Esta lista es independiente de la lista de países patrocinadores del terrorismo, que Trump incluyó a Cuba apenas asumió la presidencia el 14 de enero.
Un grupo de expertos en la ONU señaló en febrero pasado que la decisión de restablecer a Cuba en dicha lista fue ilegal y vulneró los derechos humanos de los cubanos, particularmente afectando a los grupos más vulnerables. Los expertos en derechos humanos confirmaron que la designación negativa hacia Cuba ha deteriorado la relación de la isla con otras naciones, causando un temor generalizado que complica cualquier posible compromiso, especialmente en el ámbito económico.
«Nuevas formas de asfixia económica»
En un diálogo con Página / 12, el embajador cubano en Argentina, Pedro Pablo Prada, presentó su opinión acerca de este nuevo anuncio de Washington, admitiendo que no se sorprendió. «Los gobiernos de los Estados Unidos son muy poco respetuosos. Con estas definiciones que adoptan, lo que hacen es desacreditarse cada vez más en su política exterior. La decisión de establecer esta lista es completamente política, con un propósito criminal, que les permite justificar la vergonzosa política de genocidio y bloqueos que se aplican contra Cuba, infligiendo hambre, sufrimiento y enfermedad a nuestra población».
El embajador también destacó que, «mientras Estados Unidos continúa proporcionando protección a los grupos en Florida, están destinando fondos federales a actividades subversivas en Cuba». En relación a esto, subrayó que «son los Estados Unidos los que deben rendir cuentas por ese patrocinio inmoral, protección y práctica del terrorismo».
Una relación muy conflictiva
Desde hace más de seis décadas, Washington ha impuesto un severo embargo comercial sobre Cuba. Durante su primer mandato (2017-2021), Trump intensificó el embargo con múltiples medidas, incluyendo restricciones que complicaron las transacciones e inversiones, dado que las empresas corrían el riesgo de enfrentar sanciones estadounidenses. La justificación que empleó Estados Unidos para renovar estas sanciones se basó en la presencia de miembros del grupo guerrillero colombiano ELN en la isla, quienes viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el gobierno colombiano. Cuba fue parte de la lista en 1982, pero fue retirada en 2015, durante un periodo de acercamiento propiciado por el entonces presidente estadounidense, Barack Obama (2009-2017), hasta que Trump revirtió esa decisión.
Antes de asumir el poder en 2021, Biden había prometido implementar cambios en las relaciones con Cuba, pero esos planes se complicaron tras las protestas antigubernamentales que estallaron en la isla en 2021. Justo antes de salir del poder, las sanciones implementadas facilitaron la liberación de cientos de prisioneros políticos en Cuba. Sin embargo, con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, se reestableció una política agresiva. La figura del secretario de Estado, Marco Rubio, hijo de cubanos, sigue siendo un pilar importante en esta misión contra Cuba.