El número de víctimas del devastador terremoto de magnitud 7.7 en Birmania sigue en aumento. Las autoridades han confirmado que ya se han contabilizado más de 2,000 muertes. Además, más de 3,400 personas han resultado heridas a causa de este trágico evento.
Escritura web/ln
El balance de muertes continúa incrementándose tras el temblor que sacudió a Birmania la semana pasada. Según las fuentes más recientes, se estima que más de 2,000 vidas se han perdido, y aproximadamente 3,400 personas se encuentran heridas a raíz de este catastrófico desastre natural. Las cifras son alarmantes, y los esfuerzos de recuperación apenas comienzan a afrontar la magnitud de la tragedia.
Ahorrar
El régimen militar que tomó el control tras el golpe de estado en 2021 ha informado, a través de su canal de radio y televisión MRV, que un equipo de rescate chino logró salvar a un niño de cinco años, así como a una mujer embarazada y a otros 29 individuos que se encontraban atrapados entre los escombros en Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania. Este tipo de rescates son indicativos de la colaboración internacional que se está llevando a cabo en medio de esta crisis humanitaria.
Por otro lado, el terremoto, considerado el de mayor magnitud en décadas que ha asolado a Birmania, también ha tenido repercusiones en áreas circundantes. En Bangkok, por ejemplo, se han reportado al menos 18 muertes, en su mayoría debido a un rascacielos que se encontraba en construcción y colapsó durante el seísmo. Desgraciadamente, muchas personas todavía están desaparecidas, lo que ha incrementado la angustia entre sus seres queridos. También se sintieron las sacudidas del terremoto en la provincia china de Yunnan, entre otros lugares, lo que demuestra el alcance de la tragedia.
Continuará aumentando
Las autoridades birmanas han confirmado que las labores de rescate y recuperación aún están en marcha. Se espera que a medida que continúe esta labor, el número de víctimas podría seguir aumentando en las próximas horas, lo que añade un nivel adicional de desesperación a la situación ya crítica. La comunidad internacional observa con atención, aguardando actualizaciones y ofreciendo apoyo donde sea posible, mientras las familias enfrentan la dolorosa realidad de la pérdida.