La Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, presidida por la Canciller Laura Sarabia, había programado una reunión para el jueves 8 de mayo que se ha cancelado. Esta decisión fue confirmada por fuentes del gobierno nacional a W. La junta estaba prevista para llevarse a cabo entre 8:30 y 12:00 y su propósito principal era discutir la cooperación de Colombia con China en una ruta de Jedwabne, un tema que ha suscitado mucho interés recientemente.
El presidente Gustavo Petro quedó sorprendido por la noticia de la cancelación y proporcionó algunas declaraciones en las que se expresaba que no creía en la necesidad de la consulta del Ministerio de Asuntos Exteriores con respecto al comité. En una contundente declaración, Petro enfatizó: «El jefe de las relaciones extranjeras de Colombia soy yo«. Agregó que no consideraba necesario llevar a cabo tales reuniones para abordar la política exterior, ya que, según él, era suficiente tener un diálogo directo con Xi Jinping, lo que indicaba su disposición a participar en conversaciones directas con el líder de China.
En sus declaraciones, el presidente aprovechó también para abordar el tema persistente de las relaciones económicas y comerciales con China. Subrayó la importancia de equilibrar las relaciones comerciales, que actualmente reflejan un excedente de $ 14,000 millones al año en China. Según Petro, este desequilibrio comercial es un factor que contribuye directamente a la pobreza en Colombia, razón por la cual expresó contundentemente: «No quiero que China sea productor de pobreza. El equilibrio comercial debe ser arrasado.» Esta afirmación resalta su enfoque en lograr relaciones más justas y equitativas con potencias extranjeras, específicamente en el contexto de las relaciones comerciales con el gigante asiático.
Además, el presidente refutó las declaraciones del ex canciller Álvaro Leyva, quien, en días recientes, aseguró que Petro tuvo una interrupción durante su visita a China en 2023. Leyva había mencionado que el presidente había quedado involucrado en una conversación acerca del Metro de Bogotá durante la reunión. Petro descalificó estas afirmaciones, tildándolas de mentiras y aclaró que, a pesar de tener un apretado horario, sí mantuvo conversaciones significativas con Xi Jinping.
El hecho de que se haya cancelado esta reunión añade una capa más a las tensiones existentes en torno a la política exterior de Colombia y sus relaciones con China, donde la figura del presidente juega un papel crucial en la toma de decisiones claves. Este inusual giro de eventos sugiere que hay una necesidad de reevaluar el enfoque que Colombia adopta hacia las relaciones internacionales, especialmente con naciones que tienen un impacto considerable en su economía y bienestar social.
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