La posible inclusión de Colombia en la Ruta de la Seda, una iniciativa ambiciosa de China destinada a expandir su influencia en el ámbito laboral y en las infraestructuras a nivel global, ha generado preocupación entre las principales uniones económicas del país. Esta cuestión ha suscitado un debate significativo entre empresarios y exportadores, alertando sobre los posibles riesgos que conlleva la adhesión china.
Este anuncio se produce justo antes del viaje oficial del presidente Gustavo Petro a China, programado del 10 al 17 de mayo, donde tendrá la oportunidad de reunirse con el presidente Xi Jinping. En este contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha comparecido ante el Comité Asesor del Ministerio para analizar la hoja de entendimiento que investigaría la relación de Colombia con esta política económica introducida por China en 2013.
A pesar de que 140 países ya participan en esta iniciativa, de los cuales 21 están en América Latina, el sector empresarial colombiano ha advertido que una adhesión rápida podría perjudicar relaciones clave con naciones como Estados Unidos, además de incrementar el desequilibrio comercial con el gigante asiático. El temor radica en que algunos beneficios podrían ser superados por desventajas estratégicas.
Los gremios y su advertencia sobre los riesgos económicos, comerciales y geopolíticos
Bruce Mac Master, presidente de un importante gremio, ha calificado la propuesta como «inapropiada y desafiante». En su cuenta de X, ha cuestionado los beneficios que Colombia podría obtener de esta alianza, planteando interrogantes cruciales: «¿A cambio de qué? ¿Cuál es la justificación estratégica para esto? ¿Qué impacto tendrá sobre nuestros aliados comerciales?»
Por su parte, Maria Claudia Lacouture, quien preside Amcham Colombia, ha subrayado las consecuencias prácticas de participar en iniciativas que, en otras naciones, no han demostrado aportar beneficios significativos en términos de transferencia de conocimiento o en el desarrollo de infraestructuras sostenibles. Ella señaló: «Es vital equilibrar lo que se obtiene y lo que podría resultar peligroso».
Desde Analdex, Javier Díaz advirtió que la creciente tensión comercial a nivel mundial podría «desagradar a los Estados Unidos», especialmente en un momento en que Colombia está buscando negociar la eliminación de un 10% en la tarifa de exportación. También hizo hincapié en el riesgo de implementar prácticas comerciales desleales que podrían incluir subsidios y desajustes en la gestión de divisas.
Puede que esté interesado: el gobernador de Antioquia solicita asistencia militar urgente al gobierno de Petro
Colombia en un punto de inflexión geopolítico: ¿Washington o Beijing? La adhesión de Colombia a la guía china suscita preocupación entre empresarios y exportadores
Este debate se desarrolla en un momento crucial para la política exterior colombiana. Aunque el memorándum propuesto con China aún no se ha traducido en ingresos formales derivados de la Ruta de la Seda, podría definir trayectorias estratégicas importantes para el país. Se han sumado a este llamado ex presidentes, incluyendo a figuras como César Gaviria, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, quienes están preocupados por las implicaciones de esta decisión.
Mac Master ha sido contundente en su crítica: «Estados Unidos consume una amplia variedad de productos, mientras que China se limita a adquirir materias primas. La falta de reciprocidad es evidente. Si decidimos avanzar en esta dirección, debemos tener bien claro el costo de depender de nuestros principales compradores».
En la actualidad, el déficit de cuenta corriente que enfrenta Colombia con China oscila por encima de los 13,000 millones de dólares. Mientras que Colombia exporta únicamente 2,000 millones, las importaciones ascienden a unos 15,000 millones. Esta asimetría en las relaciones comerciales resulta insostenible, según afirma el líder sindical.
8