De gobernadores a escaños: la máquina regional que decide el Congreso – – Noticias ultima hora

En Colombia, la disputa por los primeros lugares en las listas del Congreso no es sólo una lucha por la visibilidad: es una lucha por los recursos, la influencia y la capacidad de ejercer control territorial. Desde gobernadores y exgobernadores hasta alcaldes, líderes locales y familias políticas históricas -los llamados «barones» o «caciques» regionales- utilizan redes de clientes, aparatos partidistas y acuerdos con líderes nacionales para asegurar puestos que garanticen mandatos o al menos una mayor probabilidad de ser elegidos.

Mecanismos comunes: cómo se compran y negocian los artículos

  1. Negociaciones internas en los partidos. Las cuotas generalmente se asignan mediante negociaciones entre los líderes de los partidos, los directores nacionales y los líderes territoriales. En coaliciones o partidos grandes que favorecen listas cerradas (o listas cerradas internas), el control del orden recae en gran medida en un liderazgo que recompensa la lealtad y las alianzas regionales. Esta práctica ha sido evidente en procesos recientes de definición de listas, por ejemplo el Pacto Histórico, que ha optado por listas cerradas y procesos de consulta interna para organizar a sus candidatos.
  2. El uso de aparatos regionales y el clientelismo. Gobernadores, exgobernadores y alcaldes consolidan «bases» a través de programas sociales, contratos y redes locales, que luego se traducen en apoyo electoral. Esta capital territorial sirve como moneda para reclamar lugares privilegiados en las listas departamentales o nacionales. Las familias políticas –un legado electoral de varias décadas– siguen siendo decisivas en varios departamentos.
  3. Consultas y primarias internas. Algunas comunidades han optado por la consulta abierta o interna para organizar listas o elegir administradores de listas. Estos votos pueden legitimar a los líderes y al mismo tiempo empoderar a los líderes que movilizan votos en su región, como lo demostraron las recientes consultas del Pacto Histórico, que también identificaron candidatos para el Senado y la Cámara.
  4. Acuerdos entre listas y coaliciones. Para maximizar el número de escaños, los partidos y movimientos celebran pactos de «no competencia» en regiones específicas o distribuyen posiciones en listas unificadas. Esto favorece a quienes aportan la maquinaria electoral en cada territorio.

Tipos de listas y su impacto en el poder regional

  • Lista cerrada: Esto da gran poder al liderazgo porque el orden determina quién entra; Facilita que los jefes nacionales y regionales repartan favores y consoliden clientes. Los críticos señalan que esto limita el control de los ciudadanos sobre quién representa realmente al partido.
  • Voto preferencial/abierto: exige que cada candidato compita por sus propios votos en la lista; Esto puede debilitar a los «jefes» locales si los votantes favorecen a candidatos no afiliados al liderazgo regional. Sin embargo, los aparatos locales todavía pueden movilizar a los votantes en favor de candidatos con ideas afines.

Consecuencias políticas y sociales

Cuando los puestos se distribuyen basándose en la influencia regional más que en el mérito, la Cámara y el Senado representan en última instancia redes de lealtad más que intereses territoriales reales. Esto tiene implicaciones para la gestión pública: facilita el clientelismo, la gestión de la contratación pública y, en algunos casos, la toma de control de las instituciones locales. Al mismo tiempo, los líderes regionales con un fuerte control territorial pueden transformar su representación en plataformas para escalar posiciones nacionales (gobernadores, ministerios, etc.).

Cambios y tensiones recientes

El ciclo electoral 20242026 mostró dos tendencias importantes: por un lado, la consolidación de mecanismos internos (consultas y listas cerradas) en algunos municipios para organizar candidaturas; por otro lado, movimientos ciudadanos y observatorios electorales que exigen mayor transparencia en los procesos de selección. Organizaciones como la Misión de Observación de Elecciones (MOE) y medios independientes han destacado la necesidad de reglas más claras para evitar prácticas de tráfico de influencias y garantizar el pluralismo.

¿Qué puede hacer el elector y qué papel juegan las instituciones?

  • Vigilancia ciudadana: exigir que los sitios publiquen criterios de selección, CV y ​​objetivos de campaña.
  • Control institucional: El Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Registro Civil deben garantizar procesos transparentes y actuar en caso de irregularidades.
  • Reformas: debates sobre apertura o cierre de listas, restricciones a la reelección de líderes de partidos que acumulan poder y mayores sanciones por corrupción electoral. Los expertos advierten que tanto las listas cerradas como las abiertas tienen ventajas y desventajas; La transparencia y el control efectivo son clave.

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