«Plan de pistola»: los rostros de la tragedia, que enluta para la fuerza pública
La esquina, la patrulla y dos soldados profesionales son solo unos de los rostros que simbolizan la violencia del «plan de pistolet», una ola criminal desatada en Colombia desde abril de 2025. Esta ofensiva, que comenzó tras la muerte de AKA Natillas de manzana y del líder del «clan del Golfo», el infame Chiquito Mal, ha demandado la vida de 27 uniformados. La mayoría de ellos han sido asesinados en el cumplimiento de su deber, particularmente en los departamentos de Antioquia, Bolívar y Córdoba, donde la violencia ha alcanzado niveles alarmantes.
La ofensiva, atribuida a la organización delictiva conocida como Bahía en la región del Caribe y respaldada por los disidentes del ELN y FARC en el interior del país, ha sido acuñada como un ataque sistemático contra las fuerzas de seguridad públicas. Mientras que el conteo oficial de víctimas reporta 27, diversas fuentes de las fuerzas armadas indican que realmente han sido 22, sin incluir aquellos que han caído a manos del bloque «Jorge Suárez Briceño». El «Clan del Golfo» ha decidido llevar a cabo un asesinato sistemático de los miembros de las fuerzas del orden. «No retrocederemos», declaró el presidente Gustavo Petro, quien también compartió los nombres de los caídos en su cuenta oficial en redes sociales.
Belén Durán: patrulla con el establecimiento del servicio
Belén Karina Durán Ortiz, una joven de 24 años originaria de Zulia en el norte de Santander, fue asesinada el 28 de abril durante un brutal ataque armado en Simití, Magdalena Medio. Desde su infancia, ella había tenido el sueño de servir a su comunidad. Ingresó a la Policía Nacional a los 18 años y, en casi seis años de servicio, demostró un compromiso inquebrantable. Durante un patrullaje, ella y su compañero Edwin Agustín Feria fueron emboscados por hombres armados que atacaron el sector de Chambacú. Ambos perdieron la vida; su colega Javier Escorcia logró sobrevivir y se encuentra en proceso de recuperación.
La tragedia de Belén resonó en todo el país, causando una ola de indignación y dolor. El director de la Policía, el general Carlos Triana, anunció una recompensa de $200 millones por información que condujera a los responsables, describiendo el crimen como un acto de barbarie sin precedentes. Su funeral fue un homenaje conmovedor; un helicóptero Black Hawk sobrevoló la procesión fúnebre, mariachis interpretaron sus canciones favoritas y numerosas personas llenaron las calles, acompañándola hasta su última morada en el cementerio Las Piedras.
Luis Carlos Galíndez: Un soldado asesinado después del secuestro durante la Semana Santa
El Viernes Santo se convirtió en un día de luto para muchos, cuando el soldado profesional Luis Carlos Galíndez Salamanca fue secuestrado en La Vega, Cauca, mientras disfrutaba de un tiempo con amigos en el pavimento de El Roble. Con 14 años de servicio en el Ejército, era parte de la Brigada 29 en Popayán y aprovechaba cualquier oportunidad para visitar a sus padres, Aura y Daniel, quienes lo esperaban con orgullo y ansias.
Según testimonios, un grupo de hombres armados en camiones blindados lo secuestró de manera violenta, dejando a sus seres queridos y amigos en estado de shock. Horas más tarde, su cuerpo fue descubierto en las zonas rurales del distrito de Albania, presentando signos de tortura y múltiples disparos. La comunidad, en un acto de valentía, resguardó el sitio del crimen hasta que las autoridades militares llegaron. Juan Carlos Gañán, un ex bombero y amigo cercano de Galíndez, expresó su profunda tristeza por la pérdida de un hombre que siempre estuvo ahí para cuidar y proteger a su familia. El Ejército, consternado por este horrendo suceso, lamentó públicamente la muerte de Luis Carlos.
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