La sorpresiva y aplastante victoria del presidente de extrema derecha en las elecciones de mitad de período plantea interrogantes sobre los desafíos económicos del país, el rumbo que tomará el gobierno frente a las demandas de Estados Unidos y el futuro del peronismo. ¿Por qué ninguna encuesta ha acertado en esto?
27 de octubre de 2025
«Argentina, no lo entenderías» es una frase popular utilizada en innumerables memes como una especie de advertencia a las miradas extranjeras ante la compleja realidad del país llena de imprevistos. Cuatro palabras que resumen la sorpresa de este domingo incluso entre los propios argentinos. Se esperaba que estas elecciones intermedias fueran difíciles incluso dentro de La Libertad Avanza (LLA), el partido del presidente Javier Miley. Pero un triunfo tan rotundo como inesperado Triplica su representación en la Cámara de Representantes y permite al líder de extrema derecha planificar los próximos dos años con un mayor margen político para llevar a cabo las reformas radicales que ha prometido.
El panorama era complicado: un gobierno en minoría parlamentaria, rodeado de varios escándalos y perseguido por la amenaza de un colapso cambiario. El gobierno fue derrotado hace menos de dos meses por el peronismo -por 13 puntos- en las elecciones locales de la provincia de Buenos Aires, un gran distrito electoral argentino, con el 40% del censo.
Pero la historia involucraba un giro de la trama escrito no en Hollywood sino en Washington. Casi en la campaña l Donald Trump Le escribió a Miley un cheque por miles de millones de dólares. ¿El resultado? Una victoria, con más del 40% de los votos, que el propio Milei nunca soñó.
¿Qué importancia tuvo el ‘rescate’ de Trump?
Sin Trump, no habría Milea exitosa en la Casa Rosada este lunes. Aunque el análisis es más complejo y multifactorial, los expertos coinciden: los 40.000 millones de dólares que Trump prometió fueron antes y después de las elecciones.
Quizás no tanto por el ‘chantaje’ que representaba –la ayuda siempre estuvo condicionada a una victoria de Miley– o porque el apoyo generó un gran entusiasmo, sino porque permitió al gobierno evitar un shock económico antes del día de las elecciones.
«El rescate permitió estabilizar la economía, sin lo cual no habría victoria», afirma Andrés Malamud, investigador del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de Lisboa. El gobierno llegó a las elecciones con una situación crítica: los activos no habían tocado fondo y el precio del dólar parecía no tener límite superior. «Sin el rescate, la dinámica económica sería diferente, al igual que las elecciones», afirma la economista Marina dal Poggetto, directora de la consultora argentina EcoGo, quien recuerda que muchos anuncios y promesas norteamericanas aún no se han visto corroborados con hechos concretos.
¿Por qué fracasaron las encuestas?
La polarización marcó los resultados tanto como la desmovilización: en un país donde el voto es obligatorio, estas elecciones parlamentarias alcanzaron una tasa de participación del 67%, la más baja desde la restauración de la democracia en 1983. Esto significa que 12 millones de votantes no acudieron a las urnas.
En este contexto, «la movilización de los mileístas se combina con una evidente desmovilización del voto, especialmente en la provincia de Buenos Aires», dice el sociólogo Pablo Semán. Además, Semán menciona el voto «oscuro» u oculto. «Se activaron los votos milistas que estaban desactivados en septiembre. La participación aumentó en la tarde, lo que puede ser un reflejo de los jóvenes que se levantaron al mediodía y decidieron votar, aunque no tenían claro que lo harían en las semanas anteriores», arriesga el antropólogo y profesor de la Universidad de San Martín.
¿Ganó Milei o perdió el peronismo?
Los expertos consultados coinciden en que buena parte de la desmovilización electoral se puede atribuir a la falta de una propuesta concreta y diferente por parte del peronismo. «No ofrecieron nada nuevo», señala Dal Poggetto. El peronismo “no renovó los personajes, eran los mismos”, y eso le pasó factura, mucho. «La oposición debería proponer algo mejor de lo que existe», resume Malamud.
Frente a esto, La Libertad Avanza aprovechó la idea de un retorno a un pasado de inflación e inestabilidad, mensaje que resonó particularmente entre los votantes de clase media, que acudieron a las urnas para evocar una potencial victoria peronista. Para entender los resultados, la clave es «el miedo que el peronismo genera en ciertos sectores sociales», subraya Semán, que se muestra pesimista sobre la oposición kirchnerista: «No creo que el peronismo tenga muchas posibilidades de recuperarse como alternativa política en el futuro inmediato, a menos que haya una crisis social importante. Me parece que esta crisis poblacional tiene mucho más margen de lo que me parece que este cambio tiene más espacio del que pensábamos». él reflexiona.
¿Las elecciones de septiembre en Buenos Aires fueron un espejismo?
«Ganar en la provincia de Buenos Aires no estaba en la mente de nadie», admitió Milei este lunes. Derrota en las elecciones locales de Buenos Aires, provincia con más de 17 millones de habitantes, Salió muy emocionado del proyecto La Libertad Avanza. Pero en menos de dos meses, los libertarios pudieron cerrar esa brecha y derrotar por poco a Fuerza Patria, revirtiendo una victoria que había establecido al gobernador Axel Kicillof como una gran ventaja para el peronismo.
Obviamente, promover las elecciones para que no coincidieran con las elecciones nacionales fue un arma de doble filo. Un menor involucramiento del intendente en la campaña podría haber influido en los malos resultados, que ahora dejan a Kicillof debilitado y cuestionado dentro de su propio espacio.
¿Está resuelta la encrucijada económica?
Milei enfrentará un mayor poder político durante la segunda parte de su mandato, pero sin garantías de que resolverá la situación económica de Argentina. En cualquier caso, prometió avanzar en las reformas radicales prometidas durante la campaña de 2023. «No tengo muy claro si Milei podrá cumplir su programa, pero está claramente fortalecido», presenta Semán.
Por ahora, el Gobierno afronta tres grandes reformas -fiscal, laboral y de pensiones- que intentará implementar con la nueva configuración de cámaras. «En la agenda están la reforma laboral y la privatización, para lo que el Gobierno tendrá que construir acuerdos. No es fácil, pero no descarto que se consiga», explica el economista Ignacio Kostzer, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
Para Marina dal Poggetto, sin duda se abre un nuevo capítulo en Argentina. Sin embargo, no está tan claro qué fórmula económica adoptará el Gobierno para los grandes desafíos que enfrenta la economía argentina: aumentar la productividad sistémica y recuperar la moneda y el crédito, mientras se enfrenta la situación del mercado laboral donde, con una población activa de 22 millones de personas, hay poco más de 9 millones de empleados formales. El resto, excluyendo a los autónomos, trabaja de manera informal.
Mantener el crédito y atender las exigencias del Fondo Monetario Internacional y de la administración Trump marcarán los pasos del presidente libertario, que ahora disfruta de la euforia del mercado. «Se espera que haya una sinergia estabilizadora con Estados Unidos y que encuentre el apoyo de algunos sectores económicos y políticos de Argentina», explica Semán. «A menos que el rescate fuera simplemente para rescatar a algunos inversores estadounidenses que compraron bonos, algo que ya ha sucedido antes», afirma el sociólogo.
Para Kostzer, Argentina depende ahora al 100% del apoyo de Estados Unidos: «Es prácticamente un respirador artificial. Ahora la pregunta es hasta qué punto Argentina renunciará a empresas estatales o a recursos (estamos hablando de tierras raras, el yacimiento de Vaca Muerta, el litio) a cambio de este oxígeno financiero».
«Este es el segundo rescate en un año, si contamos los 20.000 millones del FMI, que duraron muy poco. Y los problemas de la economía real continúan: en lo que va de esta legislatura, 17.000 empresas han quebrado y los ingresos están cayendo aún más», afirma Kostzer.








