Aseguró que sus decisiones son una respuesta a la necesidad de evitar presiones extranjeras y ataques financieros.
Presidente Gustavo Petro defendió su política económica y cuestionó duramente las decisiones tomadas en gobiernos anteriores, especialmente el de Iván Duque, afirmando, como en ocasiones anteriores, que su mandato priorizó la reducción de la deuda externa y evitó nuevos compromisos con organismos internacionales.
El presidente explicó que su gobierno se había reducido deuda externa en relación con el PIB absteniéndose de asumir nueva deuda internacional, centrándose en pagar los compromisos asumidos por la administración anterior, incluidos los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
«Ya saldamos casi la totalidad de la deuda irresponsable que dejó Duque con el FMI. Los más ricos del país absorbieron toda esta deuda y cuando les pedimos algo a cambio de este regalo de dinero del pueblo, se negaron”, dijo Petro.
El Jefe de Estado aseguró que esta estrategia responde también a la necesidad de evitar presiones extranjeras o ataques financieros, como fue el caso del gobierno progresista en Grecia, y lo celebró hoy Colombia tiene acreedores más diversos y ser menos sensible económicamente.
Críticas al Banco de la República
Petro también respondió a las críticas al aumento de la deuda interna atribuyéndolo al aumento de la tasa de interés real del Banco de la República y no a nuevas emisiones gubernamentales:
«El gobierno no creó nueva deuda interna. Todo el aumento se debe al aumento del tipo de interés real, una decisión del Banco, que tuvo un impacto negativo en el empleo» – se dio cuenta.
El presidente dijo que mantener altas tasas de interés ante un ligero aumento de la inflación, alimentado por lo que llamó «especulación criminal» en los precios del gas, sacrifica innecesariamente empleos y favorece a los sectores financieros.
«El peor error» del gobierno de Gustavo Petro
En un momento de autocrítica, el presidente reveló lo que considera el mayor error de su administración: gestión del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC), que significó un aumento del gasto por más de 70 mil millones de pesos destinados a cubrir subsidios a las gasolinas, sin su inclusión explícita en el presupuesto.
«Este dinero podría haber financiado más reformas agrarias, más préstamos para pequeñas empresas, más carreteras, universidades y hospitales. La gente tiene todo el derecho a criticarme porque no lo detuve a tiempo o no me di cuenta», admitió.
Pedro Culpó al exministro de Hacienda José Antonio Ocampoafirmando que se le ocultó la gravedad del déficit del FEPC y que estaba involucrado con sectores que buscaban «sabotear la agenda de cambio».
Un llamado a movilizarnos
Finalmente, el presidente reiteró su convicción en el Diálogo Nacional y la necesidad de una amplia movilización del pueblo para garantizar la continuidad de las reformas:
«Creí en la posibilidad de un pacto social multiideológico, pero fue una ingenuidad académica. La transformación sólo será posible cuando la gente se movilice», concluyó.
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