Por primera vez en su historia, el Giro de Italia ingresará al Vaticano el 1 de junio. El famoso recorrido cruzará los jardines y dejará el estado más pequeño del mundo a través de la emblemática puerta de Perugino.
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Este singular pasaje a través del Vaticano se producirá durante la etapa 21, que será la etapa final del Giro 2025, programada del 9 de mayo al 1 de junio. La organización del evento ha confirmado que este momento tan especial rendirá homenaje al Papa Francisco, quien lamentablemente falleció el 21 de abril. Así lo comunicó la organización en un anuncio realizado el pasado martes.
«Será un momento muy especial después del Papa Francisco, cuya partida ha impactado profundamente a todos», explicó Umberto El Cairo, presidente del grupo RCS, propietario de la marca Giro. En una reciente conferencia de prensa, El Cairo enfatizó la extraordinaria naturaleza de esta ocasión, que marca un hito en la historia del Giro de Italia.
Este evento sin precedentes significará que, por primera vez, el Giro de Italia realizará un recorrido a través del Vaticano. El Platón, la famosa bicicleta del Giro, cruzará los jardines vaticanos y continuará su recorrido a lo largo de la costa del río Tiber, llevando consigo la esencia competitiva del evento hacia la capital italiana. Este proceso, que cierra la etapa final del programa, simboliza no solo la grandeza del ciclismo, sino también el respeto y la reverencia hacia el legado del Papa Francisco.
«Las negociaciones han sido complejas, pero el entusiasmo del Papa Francisco por este proyecto ha sido crucial para abrir las puertas», recordó Paul Tighe, Secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Tighe añadió que la apertura del Vaticano para la celebración de este evento deportivo refuerza la importancia del ciclismo como un símbolo de unidad y comunidad.
Este evento, que combina deporte y espiritualidad, promete ser un momento de reflexión y celebración. Con cada pedalada, los ciclistas rendirán homenaje no solo a la historia del Vaticano, sino también a la influencia perdurable del Papa Francisco en el mundo. El paso de los ciclistas por el Vaticano ilustrará cómo el deporte puede trascender lo ordinario, creando un puente entre la historia, la cultura y la fe.
El Giro de Italia, conocido por sus desafiantes rutas y su rica tradición, se encuentra así en un momento único de su historia. La invitación a cruzar por el Vaticano no solo es un testimonio del deporte, sino también un reconocimiento de la importancia cultural y espiritual que representa el evento para muchas personas. La inclusión de esta etapa en el recorrido refleja un cambio significativo en cómo se perciben y celebran los eventos deportivos a través de entornos tan simbólicos.