Colección excesiva: la situación crítica como un operador de SAN más grande.

Los comerciantes del famoso Centro Comercial, situado en el corazón de San Victorino, han expresado su profunda preocupación y condena ante una serie de situaciones críticas que amenazan la sostenibilidad de sus empresas. En particular, los comerciantes se han quejado de la recolección excesiva del impuesto a la propiedad, la cual proviene de una evaluación que consideran totalmente excesiva e injusta. Esta situación ha comenzado a tener repercusiones significativas en la forma en que operan sus negocios.

De acuerdo con los afectados, una auditoría realizada por el distrito de Catastro ha situado un medidor cuadrado en más de 98 millones de pesos, un monto que resulta extremadamente alto. Para poner esto en perspectiva, este costo se asocia incluso a pequeñas viviendas de apenas tres metros cuadrados, las cuales son valorizadas en activos de más de 650 millones de pesos. En el caso de espacios más grandes, la situación se agrava, ya que los números ascienden a más de 2.500 millones de pesos. Esta carga fiscal se ha elevado de una manera alarmante desde el año 2022, lo que ha generado un clima de incertidumbre entre los comerciantes del área.

Retiros inflados que no reflejan la realidad

El ministro Sandoval, quien ha seguido de cerca las quejas de los comerciantes, ha cuestionado de manera contundente el proceso de evaluación que se ha implementado por el distrito. Sandoval ha manifestado que las tiendas fiscales de Gran San están siendo clasificadas de manera errónea, como si fueran centros comerciales de mayor envergadura como Unicentro o Andino, a pesar de que no cuentan con la misma infraestructura, ubicación ni condiciones dentro de la ciudad.

«La comparación carece de sentido. El Gran SAN tiene un perfil comercial bastante diferente, con pequeñas tiendas, pasillos angostos y diversas condiciones de operación. Analizar una carga fiscal como si fuera un centro comercial de gran tamaño es condenar a los negocios populares que son responsables de la creación de empleo y de la generación de impuestos formales», declaró el ministro Sandoval.

Diferencia de mercado y competencia injusta

Uno de los temas que más inquietan a los comerciantes es la falta de un sistema de evaluación que tenga continuidad y equidad. Según sus informes, a solo unos pocos metros del Gran SAN, existe una bodega que presenta situaciones similares, pero cuyas auditorías son hasta un 60% inferiores. Esto, según Sandoval, pone de manifiesto serios errores en el modelo de evaluación aplicado en la región, lo que afecta injustamente a los empresarios formales.

Aparte del impacto financiero que esta situación genera, también provoca una competencia desleal. Mientras los comerciantes que operan de manera formal enfrentan pagos excesivos por sus activos, otras industrias que operan al margen de la ley no enfrentan el mismo tipo de tarifas. «La ley está castigando a los cumplidores y beneficiando a quienes no respetan las normativas», afirmó Sandoval.

Trabajos en riesgo

El Ministro advirtió que, si no se corrige esta situación, podrían verse comprometidos miles de empleos formales que dependen de la actividad económica del SAN. Actualmente, el centro comercial sostiene más de 15,000 empleos, tanto directos como indirectos, y su colapso podría tener un impacto negativo significativo en la economía del municipio.

«El distrito no puede seguir ignorando este problema. El negocio formal es el que sustenta una gran parte de la recaudación de impuestos y la generación de empleo en Bogotá», concluyó Sandoval.

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