En la mañana del 27 de septiembre de 2025, el ex presidente de Álvaro Uribe Vélez visitó Pasto en el Departamento de Nariño, quien generó muchas reacciones y superó las declaraciones públicas entre él y el presidente Gustavo Petro.
Contexto político y judicial
El número de uribe fue en los últimos meses durante una compleja guión de la corte y la política: fue sentenciada a 12 años de prisión por fraude y crímenes de soborno en procedimientos penales, aunque la decisión fue arrestada mientras la apelación progresaba. Este hecho fue aún más polarizado por la política colombiana, aumentando la sensibilidad a la apariencia pública de Uribe.
Por su parte, el gobierno de Gustavo Petro fue criticado constantemente por Uribismo, que acusa al contratista con prejuicios contra oponentes. Esta polarización es el trasfondo de esta visita en el sur del país.
Visita de Uribe: «Gesto de sentimientos»
Después de llegar a Pasto Uribe, dijo que a pesar de la «situación difícil», que cruza, por defecto, las referencias a su oración y un entorno político desfavorable, su reasentamiento al departamento no se observa estratégico, sino al gesto afectivo: «Esta es una visita fundamental de los sentimientos», dijo, según la comunicación del Centro Democrático.
En las redes sociales, el partido compartió los extractos de sus declaraciones en las que el ex presidente admite que «sufrió mucho», pero mantiene una relación con territorios como Nariño.
El discurso trató de presentarse como un acto de presencia simbólica: Uribe intenta mantener una relación con las regiones consideradas los bastiones de la influencia política en el sur -oeste de Columbia, enfatizando su presencia incluso en momentos de adversidad.
Réplica de petro: garantías democráticas
La respuesta del presidente Gustavo Petro fue rápida. A través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), el presidente emitió un mensaje en el que enfatizó la importancia de la libertad y los derechos individuales, incluso para aquellos que eran oponentes políticos: «Uribe disfruta de la libertad, cada persona debe ser libre, incluso si nuestra bondad democrática no es apreciada».
Petro fue más allá, afirmando que el estado democrático garantiza los derechos de todos los ciudadanos y agregó:
«Nunca un pedido de mi mano que perjudique a su familia y bienes»
Durante su mensaje, el presidente también causó la idea de la reconciliación institucional, afirmando que la protección de los derechos de todos, a pesar de las diferencias políticas, es responsabilidad del estado. Utilizó frases como «el enemigo está acordado para que no mate», lo que indica la tesis de que la institucionalidad democrática incluso debe actuar ante la oposición.
Significado e implicaciones
- Simbolismo territorial. La presencia de Uribe en Nariño no es anecdótica: representa el teorema simbólico del uibismo en regiones donde tradicionalmente tiene bases electorales.
- Desafío para la narrativa oficial. Cuando aparece como alguien que «sufre pero visita el amor», Uribe intenta contrarrestar la creencia de que su situación judicial lo mantiene alejado del debate público.
- Garantías institucionales como discurso presidencial. Petro, que expresa garantías irreversibles de la protección de los derechos, tiene como objetivo fortalecer su tarjeta de identificación contra las acusaciones de sesgo o persecución política.
- Polarización duradera. Este episodio confirma que la disputa entre el uribismo y el gobierno no solo es política, sino simbólica, discursiva y judicial, con escenarios nacionales que también afectan el debate local.
- Riesgo de escalada. Aunque las declaraciones han sido hipnizadas, no se excluye que en los próximos días hay réplicas más difíciles, especialmente si Urib o su círculo político interpretan ciertas actividades estatales como Direct Afront.
Situación en Nariño y reacción local
La visita de Uribe fue vigilada atentamente en el pasto y en los municipios del sur de Narino. Algunos sectores perciben esto como una oportunidad para la visibilidad política; Otros, como la maniobra calculada. Hasta ahora no han reportado apoyo masivo u oposición, aunque los medios locales esperan reaccionar de las sociales, políticas y de la comunidad durante el día.
La prensa local de Narilla debe tener cuidado con la interpretación de este gesto, especialmente en las regiones rurales, en la que la relación entre la política, la presencia del estado y la identificación territorial es sensible.
Próximo
Es probable que en los próximos días se registren:
- Reacciones oficiales del Centro Democrático para fortalecer la importancia de la visita.
- Las réplicas más enérgicas del gobierno, si se ha interpretado que hay actividades contrarias a las garantías anunciadas.
- Análisis de medios sobre cómo este episodio puede afectar la campaña política desde 2026, especialmente en la parte colombiana del sur.
- Relaciones locales sobre cómo la población de Nariño recibe este movimiento, con voces de rurales, nativos, comunitarios, políticos.
Esta cara simbólica, entre Uribe que representa los sentimientos territoriales y petro que confirman las garantías institucionales, enfatiza el momento de la fricción política en Colombia, en la que cada acción tiene muchas lecturas y una carga simbólica.
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