Sebastián Viera ha cerrado un capítulo importante en su carrera como entrenador del Real Cartagena. El exarquero del Junior de Barranquilla, quien ha dado un giro significativo en su trayectoria profesional al convertirse en entrenador, no logró alcanzar el ansiado ascenso a la primera división del fútbol colombiano en esta ocasión. A pesar de tener una campaña que podría considerarse aceptable, su equipo no logró llegar a la final del torneo BetPlay, lo que lo llevó a tomar la difícil decisión de dar un paso al lado.
En una reciente conversación con El Heraldo, Viera explicó las circunstancias que le llevaron a acelerar su salida del club. Durante la charla, señaló: «Tuvimos un rendimiento del 76% antes de los problemas con el sudamericano U-17.» Este torneo de selecciones juveniles forzó al Real Cartagena a abandonar su sede habitual en el estadio Jaime Morón, una situación que sin duda afectó negativamente el rendimiento del equipo y la moral de los jugadores. Dicha falta de continuidad y comodidad en su ubicación de entrenamiento se convirtió en un obstáculo significativo para el conjunto cartagenero.
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Viera continuó expresando el impacto de esta situación en su equipo: «Pasamos un mes de nuestra sede, entrenando en la corte sin consuelo. Es difícil competir así, cuando otros equipos agregan puntos en casa.» Esta declaración ilustra de manera clara la frustración que sintió durante su tiempo como entrenador, y subraya la importancia de tener un entorno adecuado para el entrenamiento y la competición. A pesar de los retos, el técnico dejó en claro que su decisión de renunciar fue consensuada y bien meditada, algo que habla de su profesionalismo y compromiso con el club.
Un sueño sería llegar a Junior
A pesar de haber dejado el cargo en Real Cartagena, Viera no tiene planes de alejarse del mundo del fútbol. Ha confirmado que ha recibido propuestas de otros clubes inmediatamente después de su partida, aunque ha optado por tomarse un tiempo para analizar con detenimiento su próximo movimiento en la profesión. «Es hora de pasar tiempo con mi familia. No voy a desesperarme. Si es algo bueno, lo tomaremos», afirmó con un tono reflexivo y sereno.
Con apenas 42 años, el uruguayo ha dejado una huella significativa en Cartagena, a pesar de no haber cumplido con el objetivo principal de ascender. Su capacidad de liderazgo y su experiencia, tanto como jugador como entrenador, lo posicionan como una opción interesante para diversos equipos que buscan reforzar su cuerpo técnico. La afición y los jugadores le reconocen una buena imagen y respeto, elementos importantes en el ámbito deportivo.
Sebastián Viera está decidido a seguir preparándose mientras espera un nuevo desafío en su carrera, con la esperanza de que este sea en Junior. Su pasión por el fútbol sigue intacta, y su eventual regreso a las funciones de entrenador parece ser solo cuestión de tiempo.
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